‘Panama Papers', arma de distracción masiva manufacturada por el Departamento de marketing de la CIA y el Mossad

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Con gran pompa, boato, traca cohetera e impostada desvergüenza mediática se ha puesto a la luz una supuesta trama fiscal defraudatoria a nivel mundial que revela cómo, al parecer, políticos, altos funcionarios, empresarios, artistas y deportistas de todo el orbe planetario han realizado (oh, gran novedad) desfalcos fiscales y financieros a través del paraíso fiscal de Panamá. El “noble” objetivo no era otro, claro está, que el de ocultar capitales, ganancias, fortunas, en definitiva, evadir impuestos, esa cosa tan desagradable y colectivista para los ricos. Pero hay un problema (o varios) que apesta en todo este asunto. Todos sabemos quiénes han construido e impulsado esos “edenes” fiscales sobre los que ahora, hipócrita y cínicamente, se echan algunos, teatralmente, las manos a la cabeza. Nos dicen, con hiperbólica propaganda, los medios de intoxicación masiva, que más de 11 millones de documentos han sido obtenidos, de forma supuestamente «anónima», de un despacho de abogados panameño (Mossack Fonseca). «Papeles» que han servido para escenificar una nueva gran opereta internacional con sabor a ejercicio de guerra psicológica de las agencias del crimen organizado de todos conocidas. Un operativo que ha sido dirigido, en exclusiva, para demonizar nuevamente a Rusia y a Putin, eso sí, colocando a otras marionetas de postre para que la farsa resulte más digerible.

Los “acusados” de los “Panama papers” forman parte de un carrusel, al parecer interminable, compuesto por centenares de empresas y variopintos personajes de diferentes países. Los actores principales señalados como objetivo a desprestigiar y difamar han sido, gran novedad mundial, íntimos cercanos al presidente sirio Bashar Al Asad, el ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, el presidente chino Xi Jinping y, por encima de todos ellos, el presidente ruso Vladimir Putin, el objetivo a batir, aunque no figure como implicado en la «mascletá» panameña. Otros, como el dictadorzuelo neoliberal argentino, Mauricio Macri, el carnicero ucraniano Poroshenko, una borbona corrupta real española, un islandés de nombre raro o los terroristas petrojeques del Golfo, son los muñequitos de distracción secundarios para “equilibrar” el juego sucio desinformador contra Putin, el nuevo leviatán mundial.

De Bashar Al Asad, he leído una cosa esperpéntica en el site Truthdig, página trotskista americana a la que había dado una leve credibilidad, más que nada por algún artículo suelto de su periodista más destacado, Chris Hedges. Pero vaya…vaya..porquería al más puro estilo Fox News. Lean y asómbrense: Los documentos de Panamá revelan que la riqueza robada por la familia Assad ayudan a explicar la Revolución Siria. Ahi es nada, la boutade de estos «campeones»….Truthyihad style. Menos mal que los usuarios le dan un buen repaso al payaso indocumentado que escribe semejante morralla infame. Pero no es un plumífero cualquiera, ni tan «indocumentado», no, sino que los hábiles lectores de Truthdig le han identificado como ex agente de la CIA: In 2011, Counterpunch documented that Cole worked as a CIA consultant—his past support for invasion of Afghanistan and Iraq are well publicized)

Pero..un momento…¿no echan de menos a alguien en este infumable folletín “panameño”? Efectivamente, acertaron, en la tangana papelera del país centroamericano no se han visto implicados (el azar es así de caprichoso) los grandes oligarcas y políticos gestores de las políticas criminales (y los paraísos fiscales) de EEUU, Israel (no hagan caso si les cuelan que hay empresas israelíes por allí) y la mayor parte de países de Europa (salvo algunos elementos irrelevantes que mueven al sonrojo). No, no aparecen las gigantescas mafias políticas y financieras del complejo militar industrial estadounidense, Wall Street, Hollywood o magnates-oligarcas con estrechos vínculos con la CIA, el poder político estadounidense y los países de la OTAN. No aparecen narcobancos creados por la CIA, la DEA y otras agencias de inteligencia para financiar oleoductos de droga, golpes de Estado o “revoluciones de colores”. ¿Se acuerdan, si han leído a Paul L. Williams (Operation Gladio), del Nugan Hand, el narcobanco creado por la CIA en las Islas Caimán para sufragar la red terrorista Gladio? ¿Dónde está el dinero sucio de la CIA con el que está financiando el Gladio B, es decir, el Estado Islámico?

Ningún personaje o entidad relevante de EEUU aparece en el bodrio panameño. Y ello a pesar del hecho de que el imperialismo está “a tiro de piedra” de Panamá, su protectorado, país que EEUU invadió en 1989 para deponer al que era su hombre, el narcodictador Manuel Antonio Noriega, que se les había “ido de las manos”. La invasión de Panamá causó miles de muertos civiles (sobre todo en el barrio de El Chorrillo), víctimas que los marines lanzaron al mar despedazando sus cuerpos. La ocupación militar del país centroamericano fue orquestada, fundamentalmente, para aprovechar el caos golpista que, en aquel año de 1989, estaba organizando la CIA en el Este socialista de Europa, por lo que dicha invasión pasaría a un segundo plano mediático, como así sucedió. Panamá es, a todos los efectos, un paraíso fiscal ensamblado y dirigido fundamentalmente por EEUU e Israel, sobre todo para canalizar el narcotráfico a nivel mundial.

LOS MONTAJISTAS MEDIÁTICOS DE LOS “PANAMA PAPERS”: EL ICIJ, FALSO PERIODISMO DE “INVESTIGACIÓN” AL SERVICIO DE EEUU, LA OTAN Y EL NUEVO ORDEN ANGLOSIONISTA. CAMPAÑA MEDIÁTICA EN CONTRA DE RUSIA

Sin título

ASÍ ACTÚAN LOS ESBIRROS MEDIÁTICOS DE LA CIA. UN CUADRO PICTÓRICO TENDENCIOSO CON EL PRESIDENTE SIRIO ASAD CULPABLE EN LOS «PAPERS» DE PANAMÁ Y AL FONDO CIVILES SIRIOS HERIDOS O MUERTOS Y CIUDADES DEVASTADAS POR HELICÓPTEROS DEL EJÉRCITO SIRIO QUE LANZAN BARRILES DE DINAMITA SOBRE SU PROPIA POBLACIÓN. VERGÜENZA DE PERIODISMO CRIMINAL

La operación “Panama papers”, coordinada por la CIA, ha sido llevada a cabo por el llamado Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)Se trata de un grupo de reporteros de todo el mundo que trabaja en los medios hegemónicos, los cuales están claramente, no hace ni falta decirlo, al servicio de los intereses de Washington. Vamos, lo que se dice periodismo independiente “investigador” de primer nivel. El embuste no podía empezar con peor pie. El más conocido y el elegido para dar a conocer la charada panameña es el alemán Süddeutsche Zeitung (el de la imagen de arriba), pero también están en el tinglado medios como The Guardian (Reino Unido), el judío-sionista defensor de las masacres palestinas, Haaretz (próximo a Netanyahu), además de Le Monde (Francia), Stern (Alemania), The Sunday Times (UK), La Nación (Argentina) y un largo etc de medios controlados. Mientras, de parte de EEUU los más relevantes son, cómo no, los periódicos cabecera de la CIA, The Washington Post y The New York Times.

También aparece en el ICIJ la ínclita Radio Free Liberty Europe, en Azerbaiyán, la emisora de propaganda anticomunista creada por la CIA en la guerra fría, que todavía sigue activa. En España colaboran con el ICIJ medios de la extrema derecha como El Mundo, El Confidencial o el neoconservador pro-norteamericano y atlantista ELPAÍS, caracterizados todos ellos por estar aquejados de una rusofobia compulsiva, al igual que los antes mencionados. Por tanto…¿se puede creer uno, de partida, este tongazo de los “Panama Papers” cuando ha sido publicitado, selectivamente, por los mismos medios que sirven al nuevo orden globalista, a sus falsas banderas y a sus guerras genocidas? De los media españoles (ELPAIS, ElMundo, La SEXTA) omito reflejar su recital de basura “anti-Putin”, exhibida hasta el indecoro y servilismo más repulsivo,  en favor de EEUU.

Pero vayamos a lo sustantivo sobre quién está detrás estos falsimedios. ¿Cuáles son las fuentes de financiación del ICIJ que dejan en evidencia su impostura «panameña»? El ICIJ recibe fondos, para su negocio de desinformar y mentir, de instituciones (ONG’s tapadera) o lobbys injerencistas como la Fundación MacCarthur, la Open Society Foundation de George Soros, la Fundación Ford, Pew Charitable Trust y otras con tufo a pantallazos monitoreados desde el espionaje estadounidense. El ICIJ es auspiciado, además, por el Centro para la Integridad Pública (IPC), otra “ONG” fachada de la CIA creada para dar soporte a la desinformación global, centro que es subvencionado, a su vez, por la Fundación Ford, la Fundación Carnegie, la familia Rockefeller o la Fundación Kellogg. Es decir, unas “joyas” informativas de primer orden. Motivo suficiente para echar al vertedero, sin contemplaciones, todo este suntuoso aparato propagandístico de los “Panama Papers”, obra exclusiva con el sello distintivo de la CIA y el Mossad.

Como dice Gordon Duff, editor-jefe de Veterans Today, La filtración de esta información de Mossack Fonseca por los medios corporativos sigue una agenda gubernamental occidental muy clara y precisa. No hay mención alguna en el informe de Mossack Fonseca del uso masivo del paraíso fiscal panameño por las grandes sociedades corporativas de Occidente o multimillonarios de las democracias capitalistas, sus principales clientes. Al Mossad le encanta toda esta basura de líderes políticos de todo el mundo que ahora puede controlar aún mejor.

El periodismo de “investigación” respaldado por los medios hegemónicos no es más que un contenedor de basura que tiene como objetivo servir a la lógica imperialista de desinformar y tener al rebaño domesticado. En el caso de los “papers panameños” existe un claro componente demonizador hacia un país y un dirigente concreto: la Rusia de Putin. A su vez, se omite, sospechosamente, en ese fraude manipulador, a político, banco, compañía o empresario estadounidense alguno. Lo que no te cuentan en los medios imperiales es algo tan sencillo como esto: ¿Cómo es posible que no haya salido a la luz ninguna empresa o individuo estadounidense cuando Panamá es una colonia de Estados Unidos y es utilizada a menudo por los norteamericanos ricos para la evasión de impuestos?

El periódico británico The Guardian y el resto de medios serviles con Washington que han fabricado toda esta gran comedia de los “Panama papers” no han presentado ni  una sola prueba de que el líder ruso, Vladimir Putin, esté “implicado” en fraude o evasión fiscal alguna, pero es culpable sin serlo, agarrándose a una serie de vaguedades sobre conexiones con amigos de la infancia y otros chistes al uso para inocular a la opinión pública el hecho de que Putin es un corrupto y un delincuente, pasando de puntillas y sin meter ruido sobre otros personajes que aparecen en el informe panameño incluidos, por otra parte, con calzador y con ánimo de jugar la exquisita baza de la manipulación.

Señala acertadamente Sibel Edmonds, en la anterior entrada, que toda esta suerte de mercenarios del periodismo chivato tiene una más que relación incestuosa con las agencias de espionaje occidentales. En el caso del alemán Süddeutsche Zeitung, el propagador originario de toda esta basura, su jefe de investigación, Hans Leyendecker fue señalado por el ex Ministro alemán del SPD, Andreas Von Bülow, disidente de la versión oficial del 11-s y gran conocedor de las maquinaciones criminales de los servicios de inteligencia, como un agente de la CIA. Imaginen al resto de falsimedios y sus más prominentes y pusilánimes falsificadores-“redactores”.

Los «Documentos de Panamá» son, en definitiva, un bluff, una falsa bandera mediática orquestada por los globalistas que ha sido enmascarada como «periodismo de investigación” y desde donde se ha diseñado una serie de insinuaciones para lograr convencer al ciudadano medio, ese que está robotizado por los “mass-mierda”, de que existe un enemigo, muy concreto (ruso para más señas), que “asesina” espías como Litvinenko, bombardea poblaciones civiles en Siria, derriba aviones de pasajeros (Ucrania), invade territorios “ajenos” (Crimea) y ahora tiene cuentas corruptas en paraísos fiscales, cuando los mayores paraísos fiscales son y han sido siempre los Estados Unidos y sus socios europeos del crimen organizado, sus principales creadores.

Putin aguó la fiesta terrorista en Siria a los asesinos anglosionistas por lo que tienen que seguir socavando su imagen, aunque sea con este macropapel higiénico panameño. Se van a tener que joder, puesto que el líder ruso ya se está limpiando con él y su figura e imagen siguen estando a salvo de las maniobras criminales del Nuevo Orden occidental.

Un Comentario

  1. Pingback: DESMONTANDO LOS “PAPELES DE PANAMÁ” Y AL FALSO PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN – Libertaliadehatali's Blog
  2. Loam

    Buen artículo.

    Por lo demás, estoy de acuerdo en que hay una feroz campaña contra Putin y contra cualquier país o dirigente que se resista a los planes de la oligarquía mundial.

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