Aquellos directores y orquestas… 'fantasmas'

¿ALFRED SCHOLZ?
RE-buscando hace tiempo entre una piara de discos popurrí (que iban de la flamenquería a cantantes ligeros pasados de rosca y demás quincallería de estación de servicio-gasolinera) todos a precio de ganga o de rastro, me encontré algo de clásica pero abundando los refritos, highlights y demás piezas breves, movimientos sueltos de sinfonías, etc…interpretados por formaciones ignotas y directores sacados de algún Conservatorio en ruinas. A dos duros y medio pesqué, de casualidad, un disco completo las sinfonías 98 & 102, de Franz Joseph Haydn, dirigidas por un tal Alfred Scholz (del que ya había visto otras supuestas “grabaciones” a su nombre; lo de supuestas lo matizo más adelante) al frente de la Orquesta Sinfónica de Munich (aunque la 102 parece ser que fue grabada con la «ficticia» South German Philharmonic Orchestra)…Bueno, me dije, tan mal no sonará, aunque, para ser sinceros, me temía lo peor. Y la verdad es que no le salió nada mal el experimento “haydiano” al amigo Scholz. El sonido del disco original era algo malucho (lógico, dado el precio), pero me hice con un reprocesado de la 98 bajado de Internet (pagando el módico precio de cero euros) y ya las cosas estaban algo mejor. Comprarlo por la Web es de chiste. En la página del difunto Steve Jobs (Apple) lo venden a 9,99 euros (encima coña con los decimales) y en Amazon el disco está a precio de joyería (entre 16 euros en la página norteamericana y la friolera de 30 euros en la inglesa). Deben de creer que todavía (y los hay) existen tontos en la Red.
Según la poca, diría que exigua, literatura que existe sobre este Scholz, parece ser que fue un tunante que se las dio de listo para ponerse nombres variados (sacados de la manga, lógicamente) en otros tantos discos de perra gorda y formaciones pseudoinventadas sobre la marcha, aunque la de Munich aquí señalada existe como tal. Lo que refería antes de “supuestas grabaciones a nombre de Alfred Scholz” tiene su explicación en este artículo que leí hace un tiempo y que, lamentablemente, no he podido encontrar de nuevo en Internet. Cito textual: Alfred Scholz estudió dirección de orquesta con Hans Swarowsky. Ejerció también como productor discográfico. Estuvo activo sobre todo por Alemania, donde empleó el nombre de su maestro, y otros ficticios, para comercializar las grabaciones hechas con la Süddeutsche Philharmonie. Gracias al vacío legal existente, Scholz fue reeditando aquellas grabaciones en varios sellos, a veces cambiando el nombre de la orquesta, a veces cambiando el nombre del director. Alfred Scholz se convierte a veces en Albert Schulz, s’italianitza como Alberto Sciulizzio y…Alberto Lizzio, que encontrará a menudo en los CD de Alcampo, Carrefour y lugares similares. ¿Pero quien es, realmente, Alfred Scholz? Ha existido realmente, o es otro nombre fantasma que podría ocultar el de directores reales. Parece una idea aceptada de que Alfred Scholz, sea quien sea, es el autor al menos de más de una grabación falsificada.
En definitiva, si Scholz dirigió el disco de referencia que se comenta a continuación o si fue otro director más «conocido» (dicen que pudo ser su mentor musical, Hans Swarovsky) o si fue Albert Lizzio, Henry Adolph, Cesare Cantieri, Hans Zanotelli o Heriberto Karadura entre las decenas de nombres ficticios que han parasitado en el mercado Z de la discografía clásica…no lo sabremos aunque existe, parece ser, alguna certeza afirmativa de que así ocurrió. En cualquier caso, este Haydn sorprende muy agradablemente, tanto por su construcción objetiva como por su moderadamente ímpetu clasicista y fidelidad formalista a la cosmogonía sinfónica haydniana. El Haydn sinfónico fue, por otra parte, “grabado” por Scholz con bastante asiduidad. Si no me equivoco, «registró» las sinfonías completas del ciclo de «Londres», a excepción de la 99. alguna de las de «París» y otras «sueltas» del catálogo del compositor alemán. Con mejor o mediocre fortuna (más acertado, en general, en las últimas -Londres-). Scholz dirigió, asimismo, supuestamente claro, abundantes obras de otros compositores del clasicismo y romanticismo.
La sinfonía 98 del compositor alemán es la que, particularmente, está conseguida. Ya en el primer movimiento (Adagio-Allegro) Scholz se aplica el cuento y nos ofrece un Haydn incisivo, claro, dinámico, exquisitamente musical, casi diría que espléndido (no me canso de escucharlo) movimiento que da paso un no menos convincente, reposado, transparente y recogido Adagio. El movimiento que le sigue, Menuetto, quizás no sea tan grácil y vivaz para algunos gruñones de las esencias «historicistas» como puedan ser las traducciones de directores de más “caché” (tipo Nikolaus Harnoncourt, quien lo despacha en 4 minutos 20 segundos, mientras que Scholz se va dos minutos más allá). Aún así prefiero al “trampero” Scholz (antes que a Harnoncourt), quien resuelve estupendamente este tercer movimiento de, sin duda, contagioso encanto. Para terminar, un Finale alegre, elocuente y equilibrado en todas sus líneas melódicas y armónicas, fenomenalmente plasmado de principio da fin. Una sinfonía, la 98, plenamente disfrutable y a la altura de las grandes.
La sinfonía 102, que completa el disco, es igualmente aplaudible, con todas las bondades interpretativas de la sinfonía anterior, no perdiendo interés en su conjunto. La lectura, tímbricamente, es igual de sugerente en todos y cada uno de sus movimientos. La Sinfónica de Munich, ni es la Filarmónica ni tampoco la otra bávara (la de más calidad y prestigio: la Sinfónica de la Radio de Baviera) pero ejecuta este Haydn de madurez con solvencia y buen balance entre las distintas secciones instrumentales. Aunque hay que advertir que en la sinfonía 102 la orquesta aparece en otros discos como la South German Philharmonic (o Süddeutsche Philharmonie).
FRAGMENTOS DE LA SINFONÍA Nº 98 DE FRANZ JOSEPH HAYDN EN LA VERSIÓN DE ALFRED SCHOLZ CON LA ORQUESTA SINFÓNICA DE MUNICH
1er movt. Adagio – Allegro
2º movt. Adagio
3er. movt. Menuetto
4º movt. Finale. Presto