Recital de plañiderismo por una mediocre política nada ejemplar
Como suele ocurrir, cuando alguien de la camarilla institucional borbónica se va irremediablemente para el otro «mundo» (que es la nada y menos), aparece una cascada de plácemes, ditirambos y adulaciones sin fín, convenientemente publicitadas por sus mass-mierda. En el caso de Carmen Chacón, fallecida anteayer, estamos ante un nuevo repertorio de elogios sin fín. Los hemos leído y oído tanto desde el gubernamentalismo neofranquista como desde el indigente podemismo, dicen que «ultraizquierdista» (sic), aseando muy pulcramente todos ellos la imagen de la fallecida. Carmen Chacón no destacó por otra cosa que no fuera ponerse a disposición de los intereses de las oligarquías más reaccionarias de este país y postrarse a los pies de EEUU y la banda criminal-asesina OTAN. Fue ministra de Vivienda y de Defensa, ministerio este último donde pasó revista embarazada y eso fue la hostia y media, hermanos. Tanta publicidad recibió de tal pose que le hizo ser el icono de las progrefeministas de cuota y despacho y la patulea política del país.
Pero la realidad política del personaje fue otra muy diferente y sin tanta carga de estupidizante superficialidad. La Chacón fue la que activó inmisericordemente los desahucios express para beneficiar a los especuladores inmobiliarios; instó, siendo ministra de Defensa, a la liquidación cruenta de Muammar El Ghadafi en Libia clamando por una intervención criminal de la OTAN; tuvo estrechos vínculos con EEUU y, entre otras cosas, se alineó con la ultraderecha venezolana y cubana en Miami, donde vivía lujosamente en la zona «vip» de Key Biscayne, residencia habitual de empresarios y clases acomodadas. El estilo de vida de Chacón en Miami era acorde con sus ideales «socialistas»: tenía acceso a una playa privada y visitaba el superlujoso Ocean Club..
En esta última localidad norteamericana, Chacón, fue invitada por uno de los gusanos más destacados «anti-castristas», Eduardo J. Padrón, para dar clases en el elitista Miami Dade College. Eduardo J. Padrón tiene estrecha relación con el movimiento «opositor» cubano de las Damas de Blanco. También Chacón estuvo en sintonía con la plebe fascista política mundial, al lado de la oposición golpista venezolana rindiendo pleitesía a la mujer del terrorista enjaulado Leopoldo López, Lilian Tintori, «gran amiga suya». Chacón también perteneció a la Comisión Trilateral, sociedad secreta o gobierno en la sombra fundada por el magnate involucionista David Rockefeller, donde se codeó con banqueros, empresarios y demás ralea internacional.
En definitiva, Chacón no fue ni más ni menos que otra representante más de la infecta y pútrida clase política española, servidora de los intereses imperiales y gran capitalistas de su partido, el PSOEGALGLADIO.
Y encima fue la reina del desahucio exprés.
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Se me había olvidado esto: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/05/espana/1312548189.html
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Si hubiera sido una gran mujer, quizá no sabríamos ni a estas alturas nada sobre su muerte reciente, que todos los poderes del sistema han elevado a desgracia suprema patria, a evento casi constitutivo de antesala de beatificación del interfecto personaje.
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