La impunidad de la ONU y el terrorismo mediático actúan nuevamente contra Siria

EJEMPLO DE HASTA DONDE HA LLEGADO LA PSICOPATÍA GENOCIDA DEL PROPAGANDISMO IMPERIALISTA ESTADOUNIDENSE. LO HIZO A TRAVÉS DE SU EMBAJADA FANTASMA EN SIRIA: «INFORMES INDICAN QUE EL RÉGIMEN SIRIO ESTA REALIZANDO ATAQUES AÉREOS EN APOYO DEL ISIL (ESTADO ISLÁMICO) EN SU AVANCE HACIA ALEPO, AYUDANDO A LOS EXTREMISTAS EN CONTRA DEL PUEBLO SIRIO». SIN COMENTARIOS. ¿Y TODAVÍA SIGUE EN PIE LA EMBAJADA USANA?
La tramoya criminal que ha orquestado Occidente en Siria está a punto de sufrir un revés definitivo. Sin embargo, arrecian más que nunca las campañas de descrédito e intoxicación en contra del gobierno sirio y sus aliados ruso e iraní en un desesperado intento de las potencias imperialistas por cambiar el rumbo del tablero sirio y detener, bajo cualquier pretexto, la derrota de sus mercenarios-terroristas del Estado Islámico. Organismos corruptos y desprestigiados como la ONU y los grandes emporios hegemónicos mediáticos mundiales han ido distorsionando hasta más allá de la indignidad lo acontecido en Siria, bailando todos ellos al compás marcado por EEUU.
Las estrategias de demonización y acoso contra los que verdaderamente están luchando contra el terrorismo en Siria no han cesado desde que en 2011 diera inicio una guerra terrorista no declarada del imperio norteamericano y sus aliados de la OTAN en contra del gobierno legítimo de Bashar Al Asad, todo ello al calor de las involuciones árabes que puso en marcha la CIA hace cinco años. Falsimedia (la herramienta de narcotización masiva de los globalistas) ha trabajado duro, desde entonces, para ofrecer una realidad falseada, un día sí y otro también, de un conflicto donde los islamofascistas criminales de Occidente han sido convertidos, por decreto, en «rebeldes», «insurgentes» o «insurrectos».
Esta vez ha salido a escena, de nuevo, la putrefacta ONU con su papagayo-portavoz de «derechos humanos» Rupert Colville, como eficaz agente de Washington, para mostrar al mundo la supuesta «crueldad» del ejército sirio a través de unas supuestas «fuerzas progubernamentales» que, cito de los medios controlados, habrían ejecutado a 82 civiles en Alepo, entre ellos mujeres y niños. Otros residentes son ejecutados en las calles cuando intentan huir o mueren a causa de los bombardeos y fuego de artillería que se han intensificado tanto de día como de noche. Las sospechas de que crímenes masivos pueden estar ocurriendo dentro de Alepo o en relación con los que han conseguido huir o han sido capturados, sean civiles o combatientes, son cada vez mayores. «Hay que vigilar la filtración que está haciendo el Ejército sirio y sus aliados para evitar violaciones de los derechos humanos, como torturas y ejecuciones sumarias, como las que hemos visto a lo largo de este conflicto», enfatizó Colville.
El grado de desvergüenza de este sujeto (Colville) y su brazo armado «humanitario»-criminal es infinito. Simplemente, la ONU y las agencias «humanitarias» de Washington han puesto en marcha una nueva maquinaria de propaganda, falsedades y bulos ya vista con anterioridad y que ha adoptado diferentes guiones y escenografías de todos conocidas. Por ejemplo, en el caso de los fakes del niño de la ambulancia Omran y otros tantos niños sirios «rescatados»-maquillados hasta tres veces por los Cascos blancos terroristas, para ofrecerlos al mundo como víctimas de Rusia y el gobierno sirio. Y es que se podría decir que han probado de todo contra la alianza antiterrorista ruso-sirio-iraní: desde armas químicas, pasando por bombas de barril lanzadas sobre complejos residenciales…hasta el bombardeo indiscriminado de hospitales…Y ahora nos vienen contando que unidades militares de apoyo al «régimen» están ejecutando matanzas de civiles (incluidos niños). Se ve que la ignominia no tiene fin.
Pero..de lo anteriormente señalado…ni una sóla prueba sobre el terreno, basándose los corifeos de la Casa Blanca, como siempre, en «sospechas», en filtraciones desconocidas, en infundios con aroma a narrativa prefabricada en Washington. Como bien se puede advertir, Colville y sus secuaces tienen un respeto y deferencia extraordinarios por las máquinas de matar islámicas financiadas por el Pentágono, la CIA, Turquía y Arabia Saudita, en particular, cuando pretenden vigilar «violaciones de DDHH, torturas y ejecuciones» que supuestamente se podrían cometer contra esos brutales asesinos. Cosa que a mí, por descontado, me encantaría que se produjeran (esas ejecuciones extrajudiciales). A Colville y organizaciones «oenejetas» de poder blando a sueldo de EEUU como la Cruz Roja o Human Rights Watch les preocupa profundamente que los rebanacuellos puedan pasar por el justo cadalso al que ellos condenaron a miles de sirios, con las más brutales matanzas. Claro que…se les olvida a esas «oenemierdas» quiénes han sido los mentores y «supporters» de la yihad. Fíjense que cruel ironía.
El tal Colville ya se significó tiempo atrás como enviado del Departamento de Contrapropaganda de la CIA en sus «denuncias» sobre la situación en Venezuela, manifestando su «preocupación» y «pesar» por supuestas violaciones a las garantías fundamentales de los detenidos por las acciones terroristas que intentaron derrocar al Gobierno constitucional de Nicolás Maduro y que dejaron 42 personas muertas, así como destrozos en numerosas instituciones públicas. La actividad anti-venezolana de la ONU y Colville es bien conocida sobre todo cuando a raíz de la condena al terrorista y agente de la CIA Leopoldo López dicha institución manifestó su «consternación» por la sentencia impuesta al golpista López. Colville estuvo tan consternado como terroristas de la calaña de Alvaro Uribe, Felipe González o la organización de desechos humanos HRW (Human RIghts Watch). De las violaciones de DDHH de EEUU, dentro y fuera de su país, los dos jefes paramilitares anteriores y HRW no saben…no contestan.
Stephen Kinzer, investigador principal del Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Universidad estadounidense de Brown escribía hace unos meses en The Boston Globe (un medio equiparable, en influencia, al New York Times) un artículo de opinión titulado Los medios de comunicación engañan al público sobre el conflicto en Siria. Ninguna novedad por ser una verdad insoslayable, que iba dirigida al mismo centro de gravedad del medio para el que escribía Kinzer. Decía entonces Kinzer que La cobertura de la guerra siria será recordada como uno de los episodios más vergonzosos de la historia de la prensa estadounidense. La información relativa a la carnicería en la antigua ciudad de Alepo es la última razón de todo ello. Y no sólo la prensa americana, la española, europea y, en general, la que es sierva de los intereses geoestratégicos de Washington ha difamado y mentido a sabiendas sobre Siria.
Aquí mismo, en España, tenemos ejemplos potables de ello (ELPAIS, ELMUNDO, Público, ElDiario.es, La Razón, ABC, etc), es decir, toda la patulea mediática progre-neoliberal-sionista favorable a las tesis de Washington ha hecho de las suyas, pero sobre todo ha formado una piña para inocular en el subconsciente colectivo de la opinión pública española tres dogmas-mentiras: 1) Existen los llamados rebeldes-insurgentes (es decir combatientes por la libertad), 2) Siria, Rusia e Irán violan constantemente los derechos humanos y 3) La verdadera guerra emprendida contra el «terrorismo» es la de EEUU, sus socios europeos, la dictadura turca y las monarquías tiránicas del Golfo. No lo han conseguido, ni de lejos lo conseguirán.

POR SUPUESTO GENTE EJECUTADA POR LOS SÁDICOS ESBIRROS DE ASAD Y DEL «GRAN SATÁN» VLADIMIR PUTIN. LA PODREDUMBRE SENSACIONALISTA ESPAÑOLA AL SERVICIO DE LA MENTIRA

MÉDICOS SIN VERGÜENZA (O MATASANOS DE GOLDMAN SACHS) HACIENDO TEATRO EN MADRID FRENTE AL HOSPITAL LA PAZ, A FAVOR DE LOS BOMBARDEOS DE LA COALICIÓN DE LAS MULTINACIONALES Y EN CONTRA DE SIRIA, RUSIA E IRÁN. OBSERVEN LA DELIBERADA PUESTA EN ESCENA: UN HOSPITAL (RUSIA Y SIRIA, YA SABEN, «BOMBARDEAN HOSPITALES») COMO DEDO ACUSADOR CONTRA ASAD Y PUTIN.

EL BOLETÍN DE LOS «REBELDES» SIRIOS, EL PAISIS Y SU CORRESPONSAL EN EL ESTADO TERRORISTA JUDÍO (DESDE DONDE «TODO LO VE» CON SUMA OBJETIVIDAD) DEJA BIEN CLARA LA POSICIÓN DEL MEDIO DEL PENTÁGONO: LA «YIHAD» SON NUESTROS ALIADOS
Kinzer relata el escenario de terror que muchos hemos imaginado en Alepo: Durante tres años, terroristas violentos han manejado Alepo a su antojo. Empezaron a ejecutar sus «normas» con una ola de represión sobre los habitantes de la ciudad. Ellos advirtieron a los residentes lo siguiente: «No manden a sus hijos a la escuela. Si lo hacen, les proporcionaremos una mochila y ese será su ataúd». Entonces, empezaron a destruir las fábricas, de modo que los trabajadores desempleados no tuvieran más remedio que convertirse en combatientes. La maquinaria saqueada fue llevada a Turquía y allí la vendieron.
En este sentido, Kinzer incide en la estrategia criminal de los asesinos y sus patrocinadores de Washington y el anglosionismo: utilizar Alepo como un gran «escudo humano». Rebeldes moderados respaldados por Turquía y Arabia Saudita desplegaron en los barrios residenciales de Alepo cohetes no guiados y recipientes de gas, escribió un residente de Alepo en las redes sociales. Marwa Osma, analista de Beirut, se preguntó: «El ejército árabe sirio, dirigido por el presidente Bashar Assad, es la única fuerza sobre el terreno, junto con sus aliados, que están luchando contra el ISIS, ¿y se quiere debilitar el único sistema eficaz que está luchando verdaderamente contra el ISIS?. Exacto. Los corredores «humanitarios» propuestos por Occidente, el «alto el fuego», «zonas de exclusión aérea» y otras zarandajas-excusas criminales era una estrategema que perseguía dar oxígeno a los terroristas, cuando no estaban suficientemente debilitados. Dice Kinzer, con lógica, que la realidad de Alepo no encaja con la narrativa de Washington. Como resultado, gran parte de la prensa estadounidense está informando lo contrario de lo que realmente está sucediendo.
El estercolero mediático occidental contra Siria, Rusia e Irán es una traslación mimética de lo que dicen las «verdades» oficiales gubernamentales de países como EEUU o la Europa de la OTAN, tanto que, según Kinzer Muchas noticias importantes sobre el mundo ahora provienen de reporteros con sede en Washington. En ese entorno, el acceso y la credibilidad dependen de la aceptación de los paradigmas oficiales. Los reporteros que cubren el conflicto de Siria consultan con el Pentágono, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y los «expertos» de los think tanks. Después de dar una vuelta en ese sucio carrusel, sienten que han cubierto todos los aspectos de la historia. Periodistas con sede en Washington (y del resto del mundo, incluida España, donde el mensaje es idéntico) nos dicen que una potente fuerza en Siria, Al-Nusra, está formada por «rebeldes» o «moderados», no por la franquicia local de Al-Qaeda. Arabia Saudita se presenta como una ayuda a los combatientes por la libertad cuando en realidad es un patrocinador principal de ISIS. Turquía lleva años ejecutando una «ruta de las ratas» para combatientes extranjeros que quieren unirse a grupos terroristas en Siria. Todo lo que Rusia e Irán hacen en Siria es descrito como negativo y desestabilizador.
Los Estados Unidos tienen el poder de decretar la muerte de las naciones, afirma Kinzer. Puede hacerlo con el apoyo popular porque muchos estadounidenses -y muchos periodistas- están conformes con la historia oficial. En Siria, prosigue Kinzer, la consigna es: «¡Luchar contra Assad, Rusia e Irán! ¡Únete a nuestros amigos turcos, saudíes y kurdos para apoyar la paz! Esto es terriblemente distante de la realidad.
Tan terrible como las masacres cometidas en nombre de la geopolítica del nuevo orden globalista, tan deudor de III Reich en tantos aspectos.
TRADUCCIÓN STEPHEN KINZER: URANIAENBERLIN
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