El fracaso terrorista de Occidente contra Rusia, Irán y Siria

NO VAN A INTIMIDAR A VLADIMIR PUTIN

A Occidente se le está acabando el «fuel» con el que ha estado suministrando una ola de terror en Siria durante los últimos cinco años. Solamente una guerra frontal contra Rusia, Siria e Irán, impulsada por la próxima «presidenta» usana, la malvada asesina psicópata Hillary Clinton, podría no detener los planes expansionistas de EEUU, Israel y la OTAN en la región. De algún modo habla de todo ello el magnífico analista irlandés, Finian Cunningham, en su último artículo periodístico en el site antiglobalista Strategic Culture Foundation.

Para Cunningham resulta un tanto extraño que la tormenta mediática occidental contra Rusia se haya calmado repentinamente: Desde hace varios meses, ha habido una campaña orquestada por los gobiernos occidentales aullando para desacreditar las operaciones antiterroristas llevadas a cabo por el ejército sirio y su aliado Rusia en una batalla crucial para retomar la ciudad de Alepo. Los líderes occidentales, a través de sus voceros, los medios de comunicación obedientes, han actuado implacablemente acusando a Rusia de crímenes de guerra, con veladas amenazas de impulsar juicios contra Moscú en la Corte Penal Internacional de La Haya.

Cunningham señala que existen Imágenes dudosas y propagandísticas de niños que sufren en Alepo (muchas de ellas se han demostrado que son «hoaxes» de manual, fabricadas por los Cascos blancos terroristas, como es el caso de una niña que fue «rescatada» tres veces en el plazo de tres meses). Esas víctimas de las que habla el periodista irlandés son (citando a Falsimedia) a causa de los ataques aéreos sirios y rusos y han sido transmitidas como si de un tsunami se tratase. Presentadores de noticias occidentales rompían en llanto (niño Omran), mientras que políticos de Occidente, con rostro pétreo, eran entrevistados continuamente emitiendo condenas hipócritas.

Pero ha habido un aparente «impasse» o relativo apagón mediático sobre Alepo, algo que refiere Cunningham en su artículo: Sorprendentemente, esta semana la embestida «sensiblera» de los medios occidentales sobre Alepo ha disminuido. ¿Que esta pasando? ¿Cómo puede haber cesado la aparente preocupación de Occidente por las condiciones humanitarias de la ciudad siria? La interrupción de esta actividad sugiere como evidencia que la algarada occidental se trataba, en realidad, de una operación psicológica desde el principio.

A pesar de que las fuerzas rusas y sirias han rechazado de forma sistemática y categórica las demandas occidentales sobre bombardeos «indiscriminados» del ejército ruso (no se acuerdan de las actuaciones de Israel en el Líbano asesinando a 500 niños palestinos o de las razzias de la OTAN en Afganistán bombardeando deliberadamente aldeas civiles), la realidad es que el bastión terrorista de Alepo está, en palabras de Cunningham, bajo un régimen de terror desde 2012. Ciudad, Alepo, que nunca habrían tomado los «rebeldes terroristas» de no tener el asesoramiento, armas y control operativo de EEUU y sus aliados.

En palabras de nuestro analista, la narrativa occidental de «buenos y malos rebeldes rebeldes» es falsa. Algo que ya ha sido refutado desde hace tiempo, pero que los vendepatrañas falsimediáticos del Oeste siguen estableciendo como premisa esencial a la hora de disociar «terroristas» de «insurgentes» en el holocausto sirio. En realidad, dice Cunningham, la evaluación de la violencia que Rusia está haciendo de Siria es que está librando una batalla contra un ejército de extremistas amalgamados en innumerables nombres pero que, en realidad, responden todos a un mismo objetivo terrorista. Eso significa que todos los terroristas anti-Asad son objetivos legítimos para su eliminación, en caso de no rendirse. Así pues resulta insostenible mantener lo que muchos venimos afirmando de la farsa homicida propagada por Occidente: esto es, que la narrativa de un ejército sirio y ruso golpeando brutalmente a una noble resistencia rebelde y masacrando a la población civil no es posible. La mentira, dicen, tiene las patas muy cortas y en el caso sirio los palmeros y turiferarios del goebelsianismo mediático carecen de ellas.

cunningham

Finian Cunningham. Qué lejos está el brillante análisis de este gran periodista respecto de alpargateros propagandistas de la OTAN como Antonio Pampliega, Xavier Colás (El Mundo), ElDiario.es (a través de The Guardian) o la vieja achacosa rusófoba Pilar Bonet (ElPaISIS)

Finian Cunningham apunta un hecho de relevancia, de cara al futuro, a la hora de hablar del fracaso imperialista en Siria, citando al periódico cabecera de la CIA, el Washington Post, quién tituló un artículo, a principios de esta semana, del siguiente modo: «Escepticismo en la Casa Blanca para seguir impulsando el plan de la CIA en apoyo a los rebeldes de Siria». El periódico añadió: «Los funcionarios han dicho que hay cada vez más dudas acerca de lo que los combatientes puedan conseguir debido a la intervención de Rusia. El presidente Obama ahora parece inclinado a abandonar el destino del programa de la CIA, que ha sido la pieza central de la estrategia de Estados Unidos, hasta la próxima ocupante de la Casa blanca. ». Obama ¿recuerdan? El fascinante Premio Nobel de la Paz, el mecenas y auxiliador de los terroristas de Siria

El hiperinfluyente Washington Post no tiene ningún problema en admitir, con fría espontaneidad, que la CIA ha sido la pieza o eje fundamental de la política de EEUU en Siria apoyando al terrorismo. Ustedes dirán…¿por qué el mamporrrerismo mediático español no reseña habitualmente a través de sus columnistas, «expertos», o simples plumíferos como el infumable Pampliega, tal hecho reconocido hasta en el país origen del terrorismo internacional? ¿Acaso las falsas banderas acontecidas en territorio europeo (o el montajismo «anti-yihadista» en suelo español) no son, siguiendo el anterior prisma lógico, la continuación de la política de la CIA en Oriente Medio?

De todos modos, dice Cunningham, el punto más importante aquí es que la administración Obama parece estar tirando la toalla a la hora de optar por una solución militar en Siria. Hay que recordar que en los últimos meses había frecuentes rumores en Washington de un «plan B» que implicaba la intervención militar directa en Siria, visto el fracaso diplomático con Rusia para impulsar un «cambio de régimen» en el país árabe. Sin embargo, el Washington Post informa ahora que el Consejo de Seguridad Nacional de Obama ha rechazado las opciones militares, a sabiendas de que las repercusiones de una confrontación a gran escala entre los EE.UU. y Rusia sería una opción de alto riesgo. En otras palabras, se trataba de un farol contra Moscú, una bravata de Washington. Recordemos, no hace mucho, que un halcón-general del Pentágono, Joseph Dunford, había hecho llamamientos a la guerra directa contra Rusia.

Lo que podría haber sellado, apunta Cunningham, el asunto de la intervención militar norteamericana y de la OTAN en Siria es la partida hacia las costas de Siria de la Flota del Norte de Rusia. La flota incluye el portaaviones Almirante Kuznetsov de propulsión nuclear, así como otros siete buques en la demostración de fuerza más importante de Rusia desde el fin de la URSS. La flota rusa solicitó, por cierto, al gobierno español autorización para repostar en Ceuta aunque finalmente desistió de ello, a pesar del visto bueno del gobierno de Rajoy y ante el enfado monumental de la OTAN. El jefe terrorista de esta organización (Jens Stoltenberg) se atrevió a decir, con toda la desfachatez criminal del mundo, que los buques militares rusos que actualmente se dirigen a Siria podrían ser utilizados para atacar a civiles en la asediada ciudad de Alepo. Mientras, la izmierda independentista catalana (ERC) pedía explicaciones al gobierno del PP por haber autorizado el atraque de la flota rusa en Ceuta. ¿Qué cojones se les había perdido a estos chiquilicuatres del soberanismo de cartón piedra con su repentina rusofobia? ¿Buscando la integración de Catalonia independiente en la OTAN?

En definitiva, Rusia está mandando un mensaje contundente a EEUU y sus lacayos otanianos: Moscú no va a desistir de su estrategia en Siria. Con una doble vertiente que debe de quedar bien clara: Bashar Al Assad es el presidente legítimo de Siria y la guerra encubierta que está llevando a cabo EEUU y sus aliados con sus terroristas mercenarios en Siria está abocada al fracaso. Ni siquiera las operaciones de guerra psicológica de demonizar a Rusia en los medios, imputándola supuestos crímenes en Alepo y las amenazas (un bluff en la práctica) de EEUU de intervenir militarmente contra Rusia a gran escala han debilitado el poder político y la capacidad de determinación de Putin.

La Administración Obama, sentencia finalmente Cunningham, no tiene más remedio que tirar la toalla y sólo podemos esperar que en las próximas semanas Rusia y su aliado sirio impulsen las operaciones militares para llevar esta guerra a su fin.

TRADUCCIÓN FINIAN CUNNINGHAM: URANIAENBERLIN

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