Este ha sido un intento de golpe de Estado muy extraño, no ha habido líderes aparentes, nadie se acercó para hacer declaraciones públicas o para tratar de obtener apoyos. Esta es una prueba clara de que todo este asunto ha sido una pantomima, una configuración diseñada para reforzar el régimen de Erdogan

(Ian Greenhalgh, Veterans Today)

De Niza a Turquía no hay tan largo trecho…no. Si en Francia se han normalizado en los últimos años las falsas banderas como rutinario manejo criminal del terror por parte de los carniceros globalistas, en Turquía es raro no encontrar, a menudo, fechorías criminales a cargo de la dictadura turca y el jefe terrorista del ISIS en aquel país, Recep Tayyip Erdogan, quien ha montado otra siniestra opereta, al alimón con la CIA y la OTAN. El vodevil ha consistido esta vez en orquestar un autogolpe de Estado para, por así decirlo, legalizar públicamente a los ojos del mundo una dictadura que estaba entrando en descrédito por las reiteradas acusaciones contra Turquía como reservorio de terroristas (una obviedad) del Estado islámico. Por supuesto, el autogolpe vale tanto para perpetuar al asesino en el poder como para organizar más eficientemente el Estado represivo turco.

Como era previsible, la operación golpista montada por el régimen terrorista turco, la CIA y sus aliados de la OTAN ha sido enormemente publicitada por los miserables medios hegemónicos, los cuáles han cerrado filas en torno a la dictadura turca, al igual que todo el espectro político occidental. El estomagante soniquete de «la comunidad internacional» ha resonado sin cesar pidiendo «que se restablezca cuanto antes el orden democrático en Turquía», demanda que roza y sobrepasa el delirio. La farsa-golpe ha sido condenada por Obama y la OTAN para guardar las apariencias. Porque…qué novedad…calificar de democracia a la Turquía del ISIS y publicitar las condenas de EEUU-OTAN a los golpes de Estado…los que ellos han estado financiando durante décadas en el Mundo contra países que eran etiquetados de «no amistosos».

En el diario pronorteamericano de la mañana, ELPAÍS, los calzonazos del periodismo embustero al servicio del orden político global dicen que Estados Unidos ha señalado este viernes (por ayer) que sigue con «gran preocupación» la situación en Turquía y ha declarado su “apoyo absoluto” al gobierno “democráticamente electo” del país. Tanto el presidente Barack Obama como el secretario de Estado, John Kerry, han instado además a todos los actores a respetar al Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan y las instituciones democráticas del país. La desvergüenza es de las que hacen época, claro. Como teleñecos, oiga, los titiriteros de ELPAÍS recitando los versículos de Washington y Wall Street.

Pero lo más estridente y obsceno del periodismo mercenario prisaico es atribuir a la población turca el fracaso del golpe con titulares que parecen dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia. Ahí es nada, lean, lean: La población frena en la calle el golpe de Estado en Turquía o ese calculado La respuesta ciudadana al golpe de Estado en Turquía. El presidente Erdogan ha dado por concluida la intentona, liderada por una facción del Ejército turco, después de que miles de personas se echaran a la calle en Ankara y Estambul. ¿Ven por dónde van los tiros? Remarcan la farsa con letras de molde acerca de que el pueblo turco está con su dictador, como si tal consigna de la CIA. Ya les vale a estos sinvergüenzas y chorizos mediáticos. ¿Se acuerdan de Ucrania y el golpe de Estado que promovieron todos estos criminales de la «comunidad internacional» apoyando a los neonazis de Kiev que se levantaron violentamente en Maidan contra el legítimo presidente Yanukovich? En ELPAÍS hicieron mutis por el foro y se aliaron, directamente, con Victoria Nuland y los golpistas ucranianos. Esto ya no es doble rasero…es, simplemente, golfería y delincuenca política de manual.

La falsa bandera golpista turca ha «fracasado» porque estaba condenada, lógicamente, a ello. Los planificadores habían marcado los tiempos de esta pantomima por entregas, bajo los indubitados auspicios de la CIA y la OTAN. Habían escogido a sus actores-«disidentes» (cabezas de turco , nunca mejor dicho, o simples «partenaires») y la duración convenida del teatro-sainete, sabiendo que la algarada de titulares, para defender al régimen turco por parte de toda la Falsimedia otánica, iba a estar garantizada. Por cierto…..al hilo de la «espontaneidad» del pueblo turco para «parar el golpe», según el medio prisaico..¿De dónde aparecieron las miles de personas con banderas turcas? ¿Se trató de una acción «espontánea» o tal vez un llamado del dictador Erdogan a los suyos a última hora de la noche? Todo parece indicar que concuerda con la última suposición.

Turquía, ese país que ostenta el dudoso récord mundial de perseguir, asesinar y encarcelar periodistas. ¿No suena, como mínimo, atroz que el sicariato del periodismo occidental esté echando un capote a un régimen que está desplegando crueldad sistemática con sus colegas de profesión?

LA LEGALIDAD «DEMOCRÁTICA» DE TURQUÍA AL DESCUBIERTO. DESMONTANDO EL FALAZ ARGUMENTARIO GOLPISTA-CRIMINAL DE OCCIDENTE

Analistas internacionales, respetados, y otros expertos han acusado, reiteradamente, a Erdogan y su partido AKP de complicidad con las milicias terroristas del Estado Islámico, ya que ha permitido que los criminales yihadistas operen en Siria mediante el tráfico de armas, el reclutamiento y adiestramiento de terroristas en territorio turco (la base de la OTAN en Incirlik, cerca de la frontera con Siria) y el contrabando de petróleo a través de sus fronteras. Turquía es, junto a EEUU, la OTAN, Israel y las monarquías feudales del Golfo, uno de los principales proveedores del terrorismo islámico y sus diversas franquicias terroristas.

Además, Turquía, es un importante centro operativo de la CIA donde la organización criminal americana desempeñó, en el pasado, un decisivo papel en la logística terrorista de la red Gladio de la OTAN con innumerables atentados de falsa bandera en suelo turco, en coordinación con los servicios secretos de ese país. Hoy, como ayer, la Estación de la CIA en Ankara sigue moviendo los hilos de la política turca y el control sobre el terrorismo que transita hacia Siria como parte de la estrategia del nuevo Gladio B.

Otro hallazgo «democrático» turco. Poco después de resultar elegido presidente de Turquía, Erdogan encomendó a sus esbirros-funcionarios que se embarcaran en una campaña siniestra, de amplio alcance, para destruir a sus oponentes políticos, encarcelando a cientos de ellos, incluidos periodistas, rectores universitarios, militares o simples trabajadores, acusándoles a todos ellos con pruebas falsas. En diciembre de 2014, la policía turca arrestó al editor de Zaman, el periódico más grande del país, por verter críticas contra Erdogan por la corrupción que impera en la familia del dictador turco.

La prensa turca, independiente y libre (no como la de aquí, mercenaria y cómplice de EEUU y el borbonismo) fue nuevamente objeto de hostigamiento por la dictadura de Erdogan cuando el periódico Cumhuriyet publicó un video que mostraba a oficiales de la inteligencia turca transportando camiones llenos de armas a grupos terroristas en Siria. Tras publicar esta impagable información, agentes del gobierno turco arrestaron a los dos principales editores de Cumhuriyet bajo cargos de espionaje. La fiscalía turca demandó sentencias de por vida para los dos denunciantes del periódico.

Otros perseguidos han sido los Académicos por la Paz, que piden al gobierno turco poner fin a la violencia contra los kurdos y abrir un espacio para las negociaciones con los grupos armados. El manifiesto fue firmado por 1.128 académicos e investigadores de 89 universidades. 21 académicos de la Universidad de Kocaeli fueron acusados de insultar abiertamente a la nación turca, al Estado de la República de Turquía, a la Asamblea Nacional de Turquía, al Gobierno de la República de Turquía y a los órganos judiciales del estado, así como realizar propaganda de una organización terrorista. Doce de ellos fueron detenidos y encarcelados.

La ya legendaria persecución genocida de Turquía contra los kurdos tuvo uno de sus máximos exponentes a principios de este año cuando militares turcos asolaron la ciudad kurda de Cizre con el pretexto de que allí estaban refugiados militantes del PKK (Partido Comunista del Kurdistán) considerados, por supuesto, células terroristas clandestinas que son una amenaza a la seguridad nacional de Turquía. La operación se cobró la vida de cientos de civiles que buscaban refugio de las bombas y proyectiles de mortero turcos. Está documentado que alrededor de 150 personas fueron quemadas vivas. El único objetivo era destruir toda resistencia kurda.

La inquina que el régimen turco ha desplegado contra los kurdos no ha desmerecido, en su ferocidad asesina, de la que practicaban las SS en el frente oriental ruso de la II GM: los habitantes de aldeas kurdas han contado historias de cuerpos de militantes kurdos que son dejados en la calle tanto tiempo que los perros y los gatos comienzan a alimentarse de ellos, de militares que entran en barrios residenciales y disparan indiscriminadamente contra las casas y de mujeres que, una vez fallecidas, fueron encontrados sus cuerpos desnudos con los pechos cortados. La guerra de Turquía contra los kurdos no es convencional ni una disputa interminable. Es una guerra de exterminio.

Pero señores..Occidente ha dado un brochazo de legitimidad «democrática» (vomiten educadamente), sin fisuras, a una dictadura que ha realizado un fastuoso montaje golpista contra «sí misma» (algo que ya está siendo advertido por muchos) y que no es, sino, la continuación de otras farsas terroristas que el padrino del ISIS, Erdogan, ya realizó con anterioridad.

¿Cuál es la teoría de la conspiración más difícil de creer? ¿Qué un autócrata represivo haya escenificado un golpe de estado desorganizado para consolidar su propio poder o que un clérigo en Pennslyvania haya movilizado a 3.000 soldados y otros tantos jueces en Turquía para ejecutar el golpe más torpe de la historia moderna?

(Un usuario inglés en The Independent, medio que ha ridiculizado, como otros, las «teorías de la conspiración» aparecidas a raíz de la farsa turca)