Los vasallos españoles del imperio del crimen

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SE BUSCA A ESTE ASESINO POR CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD EN SIRIA. LE HAN ENCONTRADO EN ESPAÑA Y HA SIDO AGASAJADO POR PABLEMOS, RAJOY, RIVERA Y SÁNCHEZ

Con toda la suntuosidad esperada llegó ayer a España el presidente norteamericano, Barack Obama, más conocido como el asesino de Siria, en visita fugaz, para pasar revista a sus marionetas políticas y comprobar el grado de fidelidad de éstas al complejo militar industrial estadounidense. No hubo sorpresas, objeciones, ni contratiempos para el matarife negro de la Casa Blanca. Obama venía a territorio usa-español con, entre otras credenciales, el «mérito» de haber destrozado a un país árabe, Siria, a golpe de terrorismo sanguinario, de la mano de otros dos terroristas: la CIA, principal patrocinadora del Estado Islámico, y sus aliados de la OTAN. Lo que se dice democracia USA-style con toque Santiago Alba Rico, ese indigente intelectual que dice ser padrino-filosófo de los «rebeldes» sirios.

Porque en Siria, conviene recordar a la infecta y amnésica clase política española, EEUU ha ejecutado un holocausto contra la población civil de proporciones no conocidas desde Vietnam o la II Guerra Mundial. Es el crimen más atroz e importante que tiene en su haber el Premio Nobel de la Paz, pero no el único. Las masacres de Irak, Afganistán, Libia o Yemen (un conflicto respaldado por EEUU, donde reina un silencio mediático cómplice) son el legado homicida más reciente dejado por el último presidente norteamericano, en definitiva, por el último gran criminal de guerra de Washington.

Barack Obama, llegó de forma telegráfica (una manera de mostrar el ya clásico desprecio del imperio por sus súbditos europeos) para despachar, también de forma superlumínica, a los principales fantoches del arco político español, dicen que por causa de la falsa bandera de Dallas, otro engendro «psy-op» continuación de Orlando, sólo que esta vez sin elementos «yihadistas», para variar el tinglado. Al emperador Obama no le interesaba una conversación larga y profunda con sus chikilicuatres-mercenarios españoles, sino dejar bien claro quién manda en España.

Como decimos, no faltó a la breve pleitesía ninguno de los principales agentes políticos españoles de la CIA, el CNI y la OTAN (incluido el «comunista-chavista» Pablemos con su ridículo regalo al «negrito» que versaba sobre la Brigada Lincoln, un grupo de antifascistas americanos que intervino en la guerra civil española y que hoy día hubieran sido perseguidos por el FBI y la CIA). Sinceramente, uno piensa que más práctico hubiera sido que el Coletas le hubiera regalado al genocida americano un libro con el que hubiera sintonizado mejor, como Mein Kampf, de Adolf Hitler, o para ser menos «agresivo» el libro de un compatriota suyo, Paul Williams, ya reseñado por aquí abundantemente, titulado Operación Gladio, que trata cómo EEUU organizó la mayor red terrorista de la historia, a través de los nazis, la mafia, el narcotráfico y el Vaticano. Iniciativa que, lógicamente, era impensable en el nuevo ariete de la socialdemocracia made in USA.

El resto de súbditos políticos (la triada compuesta por el ppopulachero conservador Rajoy, el galoso Sánchez y la calcamonía del primero, Rivera) no hace falta decir que también se arrastraron como serpientes ante el carnicero de Siria, jurando sangre y lealtad española para defender al dictadorzuelo capitalista americano hasta sus últimas consecuencias. Madrid fue un Estado de sitio y los medios controlados vertieron profusamente propaganda pro-americana, haciendo el trabajo sucio de censurar las protestas contra Obama. Cómo no, tampoco se oyó un sólo debate crítico contra el imperio vetando cualquier atisbo de disidencia en tertulia alguna, al tiempo que se despedían los telediarreos (la 1) con el «Born in the USA», de Springsteen, epílogo delirante e inenarrable al vasallaje de una pútrida democracia que está al servicio total de los intereses del imperio.

EL LEGADO DE UN ASESINO EN SERIE LLAMADO BARACK OBAMA

Cualquiera que se asome por Internet y teclee en el buscador correspondiente «Obama Criminal War» encontrará centenares o miles de páginas fundamentando y probando esta aserción. Obama, a punto de ceder el testigo a otro de su misma calaña, no se ha diferenciado mucho de sus antecesores en cuanto a practicar políticas de tierra quemada en el Mundo para la consecución de los objetivos geopolíticos y geoestratégicos de EEUU. Obama no ha dudado en mantener, ampliar y agravar los crímenes de George W. Bush, resultando ser igual o peor que el criminal analfabeto tejano.

Siria ha sido el tremendo corolario final de Obama. Pero mucho antes, el títere del complejo militar-industrial, el inquilino de la Casa Blanca, autorizó uno de los episodios criminales menos publicitados pero más devastadores de su mandato como fue la extensión del programa de aviones no tripulados (drones) para bombardear Yemen, Pakistán, Afganistán, Irak, Mali, Libia y Somalia. Decenas de miles de niños murieron en la hambruna de Somalia, que se produjo con motivo de la utilización de esos artefactos de guerra.

Guantánamo y su centro de exterminio es otra de las ignominias del Estado imperialista de Obama, quien se jactó al comienzo de su mandato de que iba a clausurarlo. Una de tantas mentiras criminales, al igual que lo fue Libia, país bombardeado por la OTAN bajo el pretexto de una atroz mentira masiva similar a la de Irak y donde su líder, Muammar Gadaffi, fue asesinado bajo órdenes directas de EEUU. Quién no se acuerda del indisimulado alborozo que le causó la muerte de Gadafi a la psicópata asesina sionista Hillary Clinton (quién sabe si la próxima jefa terrorista de EEUU), la abanderada del lobby de Lesbianas, Gays, Bisexuales y transexuales (la LGBT, para entendernos). Ahora Libia está en manos de AlQaeda y el control de sus recursos petrolíferos resguardado en manos de las multinacionales de Washington y la OTAN. Ninguna sorpresa en el Nuevo Orden neocolonial.

Uno de los puntos álgidos del terror manufacturado de la Administración Obama tuvo su particular acto teatral en 2011 con la escenificación de la muerte oficial de Bin Laden en Pakistán, una opereta bufa hecha para consumo de todos los tontos planetarios donde el ex agente de la CIA fue supuestamente «ejecutado» por un equipo especial de asesinos profesionales de EEUU, llamados «seals». La patochada oficial (más oficialnoica que nunca), sin pies ni cabeza, era una evidente arma de distracción masiva, un montaje de falsa bandera para inocular al mundo, a través de sus medios de desinformación, lo que había sido la gran farsa binladesca de años anteriores (donde EEUU exprimió al máximo la figura del terrorista saudí -fallecido en diciembre de 2001-, utilizando actores y fabricando videos y audios falsos del «líder» de AlQaeda en la sede de la CIA).

Obama es responsable de crímenes de guerra, no sólo contra ciudadanos de todo el mundo (financiando golpes de Estado como en Ucrania y ayudando a crear grupos terroristas como AlQaeda-Estado Islámico) sino también contra la propia población norteamericana a través de variados mecanismos represivos, como es el utilizar los diferentes Departamentos de policía de EEUU con caracteres de cuerpo militar y con órdenes de disparar a matar, no importando si el sospechoso está armado o no, si es menor o no, si tiene problemas mentales o no. Por otra parte, sus servicios secretos y agencias policiales como el FBI recogen masivamente datos personales de personas de EEUU con la «excusa» de la lucha contra el terrorismo para ser utilizados, posteriormente, en encerronas y montajes policiales contra chivos expiatorios.

EEUU bajo sus diferentes mandatarios, y Obama no ha sido precisamente la excepción, es la mayor amenaza para la paz en la Tierra. Desde el fin de la II Guerra Mundial ha habido 248 conflictos armados en el Mundo y EEUU ha iniciado 201 de ellos que han ocasionado treinta millones de muertos (cifra superior a los que ocasionó el III Reich de Hitler), muchos de ellos niños o ancianos. La mayoría de esas guerras de agresión de EEUU (si no todas) lo fueron utilizando argumentos falsos, previamente manipulada la opinión pública a través de sus medios de propaganda. Los únicos motivos, reales, eran los geoestratégicos y de conquista imperial.

Este es el aliado estratégico que socialdemócratas de nuevo cuño como Pablo Iglesias y el resto de basura política española quieren para este país. No dudo, ni un momento, en que ellos son de la misma catadura que el amo americano.

Un Comentario

  1. Loam

    En mi opinión, este tuneado pingajo, así como sus antecesores y los que vendrán tras él, es mucho peor que cualquier emperador romano. Aquellos no obedecían más que a su imperial capricho, pero a menudo lo pagaban con su vida, como es el caso de Heliogábalo o de Calígula. En cambio, estos obedientes presidentes no sólo sirven para disfrazar los criminales intereses plutocráticos de una oligarquía carente de escrúpulos e insaciable, sino que se autodisculpan miserablemente alegando eso de «nuestro poder está muy limitado», que traducido a los hechos quiere decir: «si se nos ordena arrasar un país y masacrar a sus gentes, hemos de hacerlo». Y todo ello, para mayor burla y escarnio, en nombre de la libertad y de la democracia.

    Paradojas de la vida, Obama no es más que un esclavo obediente de la élite financiera mundial, un ambicioso sheriff que quiso y consiguió llegar a la jefatura de esa fábrica de muerte, de esa comisaría mundial llamada Gobierno de los Estados Unidos. Un chulo obediente y bien remunerado… y un esquirol.

    Me quedo con Malcom X. Salud!

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    • uraniaenberlin

      Malcolm X era un intelectual de primer orden. A Obama le pusieron de contrabando, como una operación de maquillaje cara al gran público…diciendo: «mirar un negro puede acceder a la Casa Blanca y encima es «progre» que trabaja por la Comunidad negra…y recibe el Nobel de la Paz por asesinar muy democráticamente»…La estafa americana es así, tanto que algunos creen que Sanders está a la izquierda (sic) de Obama..

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    • uraniaenberlin

      O, como diría el vetusto (fascista) corresponsal de ELPAIS en Bonn (José Comas, ya fallecido)….es una muestra de «autoritarismo de la dictadura prusiano-estalinista» (refiriéndose a la RDA) [ATENCIÓN..MODO IRÓNICO DETECTED]. Si quieres seguir el debate…yo no lo veo tan claro

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  2. eulalio

    No está mal, lo tengo que leer con más detenimiento. Pero no me gusta lo de «matarife negro», ¿habrías puesto «matarife blanco» si hubiera sido el anterior?, por ejemplo. Creo que con «matarife» había de sobra. El chico que pasará a la historia por muchas cosas muy heróicas – muchos asesinatos a Gran Escala, y la consecución de la «miserabilidad» de todo el mundo. A veces se olvida que es el Gran Defensor de esa mierda que es el TTIP.

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    • uraniaenberlin

      Llamarle negro a Obama no está hecho con connotaciones despectivas aunque Obama no merece ningún respeto. Creo que volvemos a la misma cuestión semántica….de lo que uno considere políticamente correcto o incorrecto o, ni más ni menos, una expresión normal del lenguaje. El criterio racista sería sucio negro….infrahumano…negrata…nigga (como dicen en USA) o similar. Para un afroamericano que le llamen negro no es ni mucho menos racista…Más estúpido, cursi y ridículo sería llamarle hombre de color.

      En las recientes manifestaciones anti-racistas de EEUU se pueden leer leyendas como «Black lives matter» (las vidas de los negros importan). Con eso se acaba el debate.

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      • eulalio

        En todo lo que dices estoy de acuerdo, pero insisto, si hubiera sido otro, de los blanquitos, no hubieras dicho el color. Ëntonces no entiendo porque con este si, que es tan canalla como los otros, ni más ni menos.

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