El régimen biparticida español se hunde en los votos y en la doctrina del miedo. ¿Buscando un ‘pinochetazo’ a la española?
PODEMOS: NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE. UNA POSIBLE MANIOBRA DE DISIDENCIA CONTROLADA
El régimen biparticida español está nervioso, tiene miedo, diría que tiene pánico…¿pero a qué o a quién? Parece ser que entre eso que llaman encuestas de opinión, que otorgan nada menos que la primera posición en intención de voto a la formación Podemos y que la derecha cavernícola ultracorrupta está inmersa en una espiral de procesos judiciales a cuenta de la corrupción generalizada, desfilando (un poco en plan mascarada) ante los juzgados, el conglomerado de corruptos del PPSOEGAL están echando el resto para convertir a Podemos en el gran satán bolchevique español del siglo XXI. ¿Realmente Podemos, sólo o acompañado, representaría una seria amenaza a las oligarquías políticas, empresariales y financieras de este país? ¿Cambiaría Podemos el statu quo político nacional e internacional del Estado español? ¿Pondría firmes a la dictadura de los mercados y a la OTAN o sería más bien un bluff que buscaría rápidamente acomodo en el sistema con cuatro operaciones cosméticas?
Antes de pasar a la orquestada pataleta que están montando los dos partidos mayoritarios pero en vías de ser los escombros del sistema, el fenómeno Podemos admite algunas variables políticas disidentes de cierta consideración. La primera de ellas es sospechosa y en contra de Podemos. El ascenso relampagueante de Podemos y su líder carismático Pablo Iglesias no es sólo una aparición mediática sin más, sino que la puesta de largo de Iglesias en determinados medios podría deberse a una estrategia previamente diseñada desde algo más que el criterio de unos programadores televisivos. Algunos admiten que Podemos estaría más cerca de ser disidencia controlada que una iniciativa «radical» para poner patas arriba al régimen, un poco al estilo de aquel infame personaje apodado Isidoro (Felipe GALzález) que aupó EEUU al liderazgo de su partido en Suresnes (y luego al poder) para liquidar o neutralizar a los partidos de izquierda que supusieran una amenaza para la “transición” dirigida por la CIA, como fue el caso del claudicante Partido Comunista español. Pero ¿con qué objeto habría de ser Iglesias ahora una marioneta de las cloacas del Estado?
Las circunstancias son ahora radicalmente diferentes a las de entonces por lo que la tesis de la demolición controlada de la izquierda (si nos referimos a IU, en la práctica la línea ideológica es la misma que Podemos) no parece ser un presupuesto real a tener en cuenta, pero el hecho de que, y esta sería otra variable en negativo, Podemos esté ayuna de símbolos, banderas, consignas y referentes históricos izquierdistas o comunistas, salvo una adscripción más o menos entusiasta por los “socialismos” del siglo XXI que están gobernando en Bolivia, Ecuador y en Venezuela (aquí han reculado considerablemente, sin desdoro alguno, los de Podemos) hacen que la formación de Iglesias resulte un conglomerado aséptico de postulados vagamente “izquierdistas”, pero menos «izquierdosos» de lo que parece y con vínculos con el trotskismo, ideario que ha estado más cerca de la CIA que de una revolución socialista. Lo de menos no es ser comunista sino tener sentido común, decía no hace mucho Iglesias en un ejercicio de pragmatismo casi obsceno.
Y frente al mediático, avispado y hábil manipulador Évole, Iglesias se nos confiesa cuasi-admirador del actual Papa de Cristo e inusitado militarista de vocación, defensor del decente modelo suizo, pero nada, nada, nada comprometido y sí elusivo con las grandes cuestiones que un partido o formación de izquierdas debería abordar sin discursitos difusos, cuando no un abierto defensor de «no abolir la economía de mercado libre-explotador». Menudo descubrimiento. Yes…we can estimado Obama…y preparando el terreno para el asalto al poder. Lagarto, lagarto y metiéndonos ladinamente un “supuesto” socialismo de rostro humano, sin ideología, pero anclado en el capitalismo, por supuesto. Nada de extrañar cuando uno de los promotores, en la sombra, de Podemos ha sido el mendaz filósofo de vía estrecha Santiago Alba Rico, paladín de los “rebeldes” en Siria y de las “primaveras árabes del ultraderechista senador usaco John McCain”. La cataclísmica derecha-ultra piensa, a pesar de todo, que estamos ante Stalin en persona cuando la realidad es que las propuestas programáticas de Podemos son casi tirando a socialdemocracia “avanzada” y, en algunos casos, incluso desde una óptica marxista, son un completo disparate (la inmigración como un coladero sin criterio alguno, que provocaría, si no lo ha hecho ya, la división social y el empobrecimiento del trabajo) además de que sus previsiones económicas están cogidas con alfileres: del tipo, vamos a contentar a los desahuciados del Estado con brochazos socialdemócratas de aquí y de allá. Propuestas vagas y sin un contenido que fracture, verdaderamente, al sistema.
En definitiva, Podemos, desde esta visión crítica, sería el que pilotaría una segunda “transición” pero controlada en la sombra, esto es, por los que mueven los hilos de las cloacas de Estado y tienen la costumbre de infiltrarse en organizaciones políticas emergentes, aparentemente “peligrosas para el sistema”. Sólo que Podemos sería tan peligroso, en este caso, como el PCUS en un congreso de la Internacional comunista.
¡QUE LLEGAN LOS POPULISMOS «MARXISTAS»! EL PAIS Y LIBERTAD DIGITAL DEMANDAN UN GOLPE DE TIMÓN
Ahora bien, admitamos otra teoría: que el ideario aparentemente izquierdoso de Podemos es real y está libre de polvo y paja (entendiendo como tal que no esté manipulado, directa o indirectamente, por agencias de inteligencia o los estercoleros de Estado). Podemos estaría poniendo contra las cuerdas al régimen legatario del franquismo gracias, sobre todo, al magnetismo dialéctico de su líder Pablo Iglesias, crucificado como “populista” de inmediato por los corruptores del régimen. Podemos es un fenómeno televisivo, le achacan sus detractores, arguyendo que determinados medios de la progresía del sistema han “incubado el huevo de la serpiente” y ahora tenemos al coletas amenazando las cuentas suizas de los diputados y senadores que engendraron el biparticidio bajo la tutela de la CIA. Es lo que braman sus cruzados mediáticos a diario. Pero para víboras y serpientes venenosas tenemos a los palanganeros del régimen borbónico que han hecho de portavoces de la corrupción (incluida la monárquica) desde el finiquito (formal) franquista. Después de la sospechosa encuesta de Metroscopia para ELPAIS, donde Podemos supera a PPSOE en voto, han saltado con rapidez las alarmas antiaéreas del sistema porque parece ser (sólo en apariencia) que les va a llover mierda a mansalva a los esbirros del régimen del 78.
Desde los púlpitos falsimierdosos de la derecha cavernaria ya se oyen invocaciones al suicidio colectivo ante el desembarco de Podemos en Moncloa. ¡Y la culpa la tiene el presidente de MarcaEspaña. Veamos qué editorializa Libertad Digital: Rajoy se está jugando la posibilidad de pasar a la historia como el gobernante de la derecha que sirvió en bandeja el triunfo a la versión más lamentable y tercemundista de la izquierda europea, porque las decisiones políticas tienen consecuencias, pero también la ausencia de ellas, como estamos comprobando con horror los españoles que queremos un país próspero, una democracia limpia y una nación en paz. Demasiado teatro burlesco para ser cierto. Estos juegan a ser payasos (fascistas) en un circo irreal, no más.
El otro socio de la corrupción de Estado, el Psoe-CIA-GAL, se lamenta a través de un editorial de ELPAIS (si es que directamente este medio no es ultraconservador) que el actual despropósito gangsteril pactado por ambos partidos mayoritarios (cito a continuación) no justifica dejar a la sociedad en manos de Pablo Iglesias y de Podemos, es decir, de un grupo de diagnóstico catastrofista y voluntad descalificadora, que niega ser de izquierdas ni de derechas para ocultar lo que en realidad es: simple y vulgar populismo como el que, con otras apariencias ideológicas, aparece en diversas partes de Europa. […] Hasta el momento, las únicas recetas que hemos escuchado en boca de los líderes de Podemos son viejas, fracasadas o delirantes. Llegan los soviets para amenazar el status de Wall Street, el IBEX35, las bases militares otánicas y el sionismo, por lo que el medio español a sueldo del Departamento de Estado norteamericano dice que hay que mandar un recado a quien competa para movilizar un “carmonazo” a la venezolana o un “pinochetazo” light, según proceda. La lectura es bien simple y este editorial “prisaico” no desmerece en nada de los que hacía el diario ultraderechista El Alcázar en vísperas del golpe del 23-F, el que idearon el CESID y la clase política de entonces. ¿Podría reeditarse con Podemos un Gladio a la italiana del mismo modo que se evitó, a sangre y fuego, en los años setenta y ochenta el ascenso al poder del Partido Comunista italiano y otras formaciones anti-otánicas en Europa Occidental?
Pero aún hay más y peor. Todos los viejos pedantes de la vieja guardia galosa psoista que se aglutinan en torno a la revista llamada Temas para el Debate se han despachado a gusto contra Podemos, defendiendo el modelo de satrapía neoliberal-genocida de todos conocido, nada menos que invocando a los años treinta. La desvergüenza de estos lacayos del Pentágono y la OTAN es tal que se permiten el lujo de afirmar cosas como la que sigue: Europa «no puede permitirse repetir su peor pesadilla», que vivió en los años treinta del pasado siglo XX. Su politólogo más refinado y fascistoide, un tal Domenec Ruiz, remarca este aspecto demonizador ya que según él Podemos no debe tomarse «a la ligera» teniendo como «recordatorio» la experiencia de los años treinta del siglo pasado.
¿Esto qué es? Guerracivilismo en estado puro, soflamas queipollanistas, persecución de curas y quema de conventos…llega la Revolución comunista, la colectivización forzosa, los gulags, los campos de concentración, el nacionalsocialismo podemita, el “anschluss”, la peste bubónica y los Sudetes catalanes que se nos independizan. Esto lo dicen los bien pagaos de la CIA, agencia de espionaje con seis millones de muertos en su haber y defensores a machamartillo de un país, EEUU, el mayor protector del nazismo del siglo XX, soporte de terroristas “islámicos” y orquestador de falsas banderas terroristas, junto a Israel. Pero Podemos es el horror izquierdista porque dicen que va a desmantelar totalmente a un régimen que ha propagado el expolio, el robo y la rapiña como nadie. No se lo creen ni ellos.
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TE AGRADEZCO QUE PUBLIQUES ESTE COMUNICADO en tu blog/muro
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Creo que te equivocas radicalmente y mira que el artículo es magnífico en tanto que abarca casi todas las posibilidades. No te puedo negar que visto el «planeta» reciente (es un sarcasmo, pues lleva así ya unos cuantos miles de años) las opciones son infinitas; cuanto más repugnantes, complejas y distópicas, más posibles; pero a fuerza de ser sincero la primera opción que barajas en unión de la consideración final, están imposibilitadas por su confrontación con una realidad que a todas luces alberga un odio sistémico contra Podemos. Al menos entre los mercaderes más impíos y, eso sí, pequeños. Los otros, los que verdaderamente gobiernan este putrefacto mundo, son, eso sí, mucho más ladinos manejando a las «hormigas» y a los que supuestamente gobiernan a las «hormigas». A ambos.
Y la prueba más evidente de lo que digo será que esas hormigas miedosas, anquilosadas, esquilmadas y alienadas, como casi siempre lo han sido o estado, finalmente harán caso a la vorágine mediática en contra de Podemos, que al final quedará en un «intento europeo» frente a lo de «siempre» hispano.
Y lo que no tolero es que te la sigas cogiendo con papel de fumar cuando algún intento, por somero, discutible y mediático sea, promueve cambios evidentes, necesarios y sintomáticos a años luz de lo visto y soportado. A estas alturas todos sabemos que las novaciones del pasado vía verdaderas transformaciones (hoy las revoluciones en los países ricos están amputadas de antemano) son poco más que trucados ejercicios intelectuales, por lo que lo poco que nos queda no es necesario ponerlo en tela de juicio día sí y día también. Al final no habrá nada y menos aún si discutimos sobre si habrá y quienes lo pudieran hacer.
Y ya lo sé amigo, ya lo sé, que tu discurso es impoluto desde hace mucho tiempo, pues ni las luces te deslumbran y menos aún las largas cambiadas, pero al menos demos «besos» a aquellos que ponen en solfa el sistema dentro del sistema, pues para ponerlo en solfa desde fuera largo me lo fías. Un fuerte abrazo.
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Mi visión, respetando tu post, es la siguiente. El problema de Podemos (una vez superado el encantamiento original) es que no tiene ideología, salvo retazos de aquí y de allá para parchear el sistema. Muy inteligentemente han prescindido de su ideario izquierdista-maximalista original (si es que lo tenían) para abrazar el posibilismo. Y la puesta en escena es tan previsible como odiosa para sus detractores porque no cuelgan ni siquiera la bandera republicana y les viene bien hablar de que «no son de izquierda y derecha». Un viejo y lamentable truco político. Hablan, eso sí, de lo que ahora jodería a las élites corruptas si se pusiera en práctica su programa…que no lo he visto por ninguna parte…No vienen con El Capital de Karl Marx, ni con la revolución bolivariana o cubana a pesar de los dos partidos mierdosos que se han lanzado a una campaña para salvar, como sea, el statu quo de corrupción institucionalizada.
¿Una solución para acabar con el actual estado de cosas, aunque sea parcialmente? Puede…y ahí tienen un buen nicho de votos…el voto del hartazgo, no del ideario. Ideal para los que no quieren ver tocar ni un pelo las grandes cuestiones, las que escocerían de verdad a los impunes. Mi próxima entrada sobre Podemos será más crítica que esta, reafirmando lo sentenciado en la primera parte
Un abrazo, como siempre
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