Adiós a Alfredo Embid (1950-2014)

Alfredo Embid
Hace tres días falleció, repentinamente, Alfredo Embid, uno de los principales valedores en España de las teorías contrarias a lo que él consideraba un fraude consensuado sobre el origen y causa del VIH-SIDA y, asimismo, denunciante de las prácticas abusivas del conglomerado farmacéutico que monopoliza el negocio de la salud. No conocido, por supuesto, para el gran público, pero sí para aquellos que nos solemos situar “al margen” de un oficialismo siempre generador de incontables falsedades. Pero, por encima de todo, y esto es lo que me interesa reseñar, Embid fue un agitador político de conciencias, un resistente anti-imperialista y anti-sionista, ideas que plasmó en el site web Boletín Armas contra las Guerras, desde donde denunció las constantes mentiras, montajes y operaciones negras que EEUU e Israel, más sus secuaces europeos, han perpetrado en lugares como Siria, Palestina, Libia o Irán. Sobre la cuestión VIH-SIDA conozco solamente muy por encima los fundamentos teóricos que han postulado los disidentes de la versión oficial (los llamados “negacionistas” encabezados por el famoso virólogo estadounidense Peter Duesberg), por lo que no voy a opinar sobre este asunto. El Embid desfalsificador de embustes oficiales, esos que se gestan en las cloacas del poder, el activista denunciador de la política geoestratégica de bajos fondos de las “democracias” secuestradas es el que, creo yo, merece la pena recordar.
Alfredo Embid, estuviera equivocado (o no) a la hora de cuestionar las prácticas médico-farmacéuticas (también con su prurito de negocio sucio aparejado, indefectiblemente, a las políticas de alcantarilla de los gobiernos occidentales) o que se dejase ver en lugares tan poco recomendables como Ciencia y Espíritu departiendo charlas acerca del SIDA junto a crédulos charlatanes en “angelitos”, “viajes astrales”, “ciudades intraterrenas” y “rafapales”, es algo que no va a empañar el que fue su sobrio, clarificador y contundente análisis de otras realidades políticas que se estaban ventilando en la escena internacional. Le pudimos leer en su web Boletín Armas contra las Guerras o ver en diferentes videos impartir charlas o dar opiniones reflejadas en sitios alternativos como Rebelion o las cadenas televisivas RT (Russia Today) e Hispan TV. ¿Qué está pasando realmente en Siria? ha sido una de las contribuciones más brillantes en la web del CIAR (Colectivo de Investigación sobre las Armas Radioactivas) y Embid para desmontar toda la secuencia de falsedades y construcción de invenciones que los medios hegemónicos han propagado sobre Siria y, en general, sobre el Oriente Medio. A lo largo (hasta hoy) de 56 entregas, la verdad desnuda sobre las “masacres” de Houla, el manejo de los terroristas-“rebeldes” entrenados por la CIA, las vergüenzas de Amnistía Internacional (o Amnesia Internacional) en territorio sirio, las falsedades de las armas “químicas” y una cadena de interminables horrores patrocinados por Occidente han sido puestos a la luz con incontestable (y sangrante) evidencia desde las páginas de CIARAMC.
Pero no sólo Siria, la robolución árabe que nunca fue (al igual que las otras mascaradas-revueltas del Oriente Medio impulsadas por la CIA), era el objeto de los análisis de Alfredo Embid. También los holocaustos de Libia e Irak, el golpe de EEUU en Ucrania, la fábula de la «masacre» de Tiannanmen en China o el acoso de los gangsters internacionales a Irán merecieron algo más que unas líneas de denuncia de Embid, junto al francés de Voltaire.net Thierry Meyssan (otro fustigador de los conquistadores imperiales) y páginas alternativas como la canadiense Globalresearch. Alfredo Embid fue, sobre todo, un formador (o despertador) de conciencias y eso nunca ha gustado a las masas que están adormecidas por los medios hegemónicos, esas que se limitan a encender el televisor y apagar el cerebro.
Se fue Alfredo Embid, una pérdida lamentable para los que seguimos creyendo que se necesitan personas como él para seguir derribando los muros de la dominante vergüenza imperialista. Gracias por todo Alfredo.
Alfredo, Alfredo¡¡ buen profesional pero tambien le gustaba el dinerillo, todo hay que decirlo…. Y fui alumno suyo ….
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