La extrema derecha pone en marcha la doctrina del miedo: de la cadena de los obispos a la casta política….¡Que vienen los bolcheviques!
Cualquiera que sea el debate político que hoy se manifieste en los medios de las televisiones borbónicas me provoca un malestar generalizado difícilmente superable. El consenso ideológico bienpensante impuesto para que que aparezcan los mismos perros con idénticos collares en las distintas cadenas que sirven al oligopolio informativo, es la moneda de curso común en la democraCIA de los banqueros y ladrones políticos. Pongas lo que pongas aparecen siempre las mismas caras, la misma propaganda, los mismos deleznables opinadores de la bicefalia bipartidista, esa que anda ahora (presuntamente) en horas bajas. Apenas recuerdo sus nombres pero sí su discurso carroñero y legitimador del orden represivo policial y financiero, bien establecido.
Todos juegan con la misma baraja amañada. Todos se guardan de no llevar alguna voz discordante que les arruine el tinglado de un sistema heredero directo de las corruptelas franquistas, de sus privilegiadas castas. Aunque a veces se llevan a algún «antisistema» (como la estrella del «alternativismo» español, Pablo Iglesias, quien levanta lo justo la voz) quien sabe si para neutralizar y apagar en las calles la verdadera revolución social. Cómo ha llegado, sino, el profesor de la Complutense hasta Intereconomía, ese canal neofranquista que anda de quiebra en quiebra y emite, en el rizo surrealista más absurdo, informativos de la cadena rusa de Putin, la RT. O te quedas con la Tuerca o en Hispan tv, querido Iglesias, no coqueteas con los que expolian a diario. Pero claro, es que Pablo lleva a sus programas a personajes de Libertad Digital, a troskistas de la vieja y nueva guardia y a socialistas-populares que durante largos años han censurado y vetado en sus televisiones a gente como Gonzalo Puente Ojea, el mayor pensador ateo de nuestro tiempo, o intelectuales que podrían haber abierto los ojos a esa populachería lobotomizada que ahora ha votado a Iglesias. El poder de (manipular) los medios controlados sobre las masas es inmenso y tampoco, como se ve, es nuevo. A pesar de los pesares, la indignación contra el ascenso del partido de Iglesias ha sido casi tan cataclísmica como la propia podredumbre interna de los dos partidos que llaman mayoritarios. La furia de «lepenismo» español se ha hecho notar sin haber pasado tres días del triunfo de Podemos.
La doctrina del miedo, a raíz del «fenómeno» Podemos, está siendo llevada a límites paroxísticos por los órganos de expresión que forman parte del sector más involutivo, fascista, reaccionario y totalitario de los «media» españoles, quienes están ideológicamente al lado del poder político-financiero gobernante. La iglesia española y sus obispos son uno de ellos. El clero español maneja ingentes cantidades de dinero, cuantificables en miles de millones de las antiguas ptas, que son suministradas, principalmente, desde el Estado. No es de extrañar que los curas se lanzaran a la aventura televisiva poniendo en marcha un canal llamado 13 TV (antes Popular TV), más que para evangelizar, para dar rienda suelta a una permanente campaña inquisitorial de difamaciones, descalificaciones y criminalizaciones contra los colectivos sociales que ellos llaman de «ultraizquierda» o que puedan amenazar el estatus de la casta mafiosa que defienden y les mantiene en palmitas. Con Franco, la iglesia vivía a cuerpo de Rey, disfrutaba de incontables privilegios, incluido el de bendecir los asesinatos del franquismo o maltratar y ejercer castigos físicos sobre quienes caían en sus siniestras manos. Ahora las prebendas se limitan a algo que siempre ha interesado mayormente a la iglesia de Cristo, por encima de cualquier otra consideración: el chorreo de dinero a cargo de su «odiado papá aconfesional Estado», para, entre otras muchas cosas, poder seguir manipulando conciencias a través de sus medios.
Desde sus noticiarios hasta debates-vertedero tan asquerosamente vomitivos como El Cascabel o La Marimorena, en la 13 TV se va sucediendo el desfile de ultra-católicos, macarras-opinadores de los más bajos fondos políticos, gesticulantes y repeinadas fachorras procedentes de exquisitos colegios religiosos de pago, gritonas bronceadas que representan a sindicatos marginalmente fascistas, monárquicos apolillados..más algún que otro solitario «socialista» cómplice del engendro, al que usan como coartada para «garantizar» una supuesta «pluralidad» de opiniones...con mensajes y llamadas al apocalipsis anti-izquierdista contra sindicatos ya desclasados, contra los comunistas, contra los que luchan en favor de los desahuciados, contra la «barbarie» del castro-chavismo, contra los peligrosos antisistema que amenazan con quemar iglesias y conventos, contra la ocupación de las calles que pueda ensuciar a sus enjoyadas señoronas, contra el separatismo y el emergente ateísmo. La campaña de demonización se ha incrementado exponencialmente en este y otros medios del Estado (de forma más sutil, pero no por ello menos desvergonzada) contra Pablo Iglesias y la formación Podemos, el nuevo leviatán bolchevique del Estado español. Los halcones del neoconservadurismo ultracapitalista están que trinan. Ellos, los puretas del constitucionalismo tardofranquista, son los garantes de la «moderación» en su España eternamente católica y fascifranquista, son los campeones del fondomonetarismo de la fulana Lagarde, de los asesinatos de la OTAN y las falsas banderas, de la guillotina social contra los pobres. En definitiva, son los altavoces de los desmanes policiales y las medidas guardiacivilizadoras contra los disidentes. Dicen que Podemos cobra de Venezuela, pero se sabe que el partido actualmente gobernante en España mantiene estrechas relaciones con una organización terrorista radicada en Miami (la Fundación Nacional Cubano Americana) a través de su filial española la Fundación Hispano Cubana. Una cosa bastante más seria, creo yo que estar subvencionado, presuntamente, por el gobierno de Nicolás Maduro.
Cuando hace días ví un insólito documental en la 2 de TVE (por estar en manos de quien está la TV pública) titulado Dinero Sagrado, en el que se denunciaba el exorbitante patrimonio inmobiliario de la iglesia vaticana, obtenido siempre de manera ilegal mediante el robo y la rapiña, sus tejemanejes mafiosos con la clase política con el fin de obtener favores mutuos, los miles de millones de dólares anuales en ingresos de negocios empresariales de oscura procedencia por la curia norteamericana -la más experta en pederastia del mundo- y otros tantos de la alemana, las compras -vía talonario- de voluntades para ocultar los abusos sexuales…no pude por menos que decir…¿pero esta institución repleta de canallas, de un pasado y presente criminal, que protegen a pederastas y viven parapetados bajo la CIA y Estados supuestamente «democráticos» todavía tienen la caradura de asomar la patita en medios hablados y escritos para dar lecciones morales y políticas a otros que están absolutamente inmaculados?
Pues tiempo que no me pasaba por aquí. Pero bueno, ante todo saludarte y ya que estamos. Pues algo diré. Ya sabes que mis ideas suelen ser pragmáticas, vamos que no me mueven los colores ni a un lado ni al otro.
Por ello analizando fríamente los resultados de las elecciones europeas, pues me da que la extrema derecha ha robado el sitio a la extrema izquierda. Y que los votos que ha recogido son los del descontento. Eso puede escocer, ya que tradicionalmente los considerados de izquierda han enarbolado esa bandera. Tiempos modernos quizás
Si nos fijamos, el grueso de los votos de Francia que ha recibido el frente nacional. Esta radicado en cinturones industriales, digamos que gente harta de una izquierda inoperante que brama pero no hace nada mas que el juego al poder y una derecha complaciente tradicionalmente con ese mismo poder. Ha votado a los únicos que parecen ser anti sistema hoy en día realmente
Curioso este tango que nos ha tocado vivir y me da que esa ultra derecha da mas miedo a los conservadores que a cualquier otro. Cuídate y ya sabes que mis opiniones son digamos que contrarias a lo políticamente correcto.
Me gustaMe gusta
En Francia el voto «lepenista» ha sido mayoritariamente proveniente de zonas obreras o de clase media-baja, como dices cansados de que una izquierda inmovilista y buenrrollista se haya apoltronado en el poder o en la nulidad de ideas. Pero básicamente, el voto extremista de derechas en Francia tiene un componente nacionalista identitario, «Francia para los franceses». Están hasta el gorro de inmigrantes…aunque curiosamente no de los ricos franceses ni de sus banqueros. En Francia desde luego el «lepenismo» ha barrido a los partidos tradicionales, cosa que aquí, en España, en cuanto a la ultraderecha, es pura marginalidad política puesto que una parte de esa extrema derecha ya está insertada en el Partido Popular, en UPyD o en esa formación friki llamada VOX.
Lo que queda por saber es si donde se cuecen verdaderamente las lentejas (las elecciones nacionales) las cosas se repetirán de igual modo que en Europa o si los dos sinvergüenzas que han mangoneado este país durante decenios (PPSOE) volverán a llevar las riendas del desastre. La estrategia del miedo siempre ha dado buenos resultados.
Como siempre bienvenido y ya sabes que aquí no se pasa lista
Salu2
Me gustaMe gusta