Isabel Carrasco y la presunta colaboradora en el crimen (ambas del PP)

PP Y PSOE (y también la izquierda vendida «cayolarista») cohabitan en la misma pocilga ideológica del borbonismo, con matices en el caso de los rojelios izquierdistas de IU. Los perpetradores de la corrupción y represión institucional ahora lloriquean por uno de los suyos (un personaje nada edificante, por otra parte)  y critican desde las infectas tertulias, pobladas de babosos y repugnantes opinólogos a sueldo del PPSOEGAL, que alguna voz crítica se salga de un tiesto consensuado forzosamente para estos luctuosos casos. Me refiero a la muerte a tiros de la presidenta del PP leonés y la Diputación de León Isabel Carrasco a manos de una mujer de la misma cuerda política que la finada, en plena calle (o pasarela) de la ciudad de León. Se ha tratado de un más que probable ajuste de cuentas a la italiana (a falta de conocer detalles más en profundidad), aunque estas cosas suenen a mafia calabresa o napolitana. ¿Pero qué es la clase política española nada más, y nada menos, que una casta mafiosa que mangonea, conspira, saquea y reprime brutalmente en las calles  con la anuencia, aplauso y algarabía de medios de desinformación tan fascistas como la cadena televisiva de los obispos 13TV, Intereconomía, TVE, Telecirco, la Sexta o A3?

Isabel Carrasco ejemplificó en León lo que ha sido una constante en buena parte de la clase política de este país: corrupción, despotismo, despilfarro, ninguneo, mangoneo, fascismo, caciquismo, chulería y matonismo a partes iguales. Incluso con sus correligionarios «peperos» la Carrasco tuvo algo más que roces (con el triste resultado conocido). Y su asesinato por parte de una militante de su propio partido, el PP, fue el resultado de estos encontronazos, eso sí llevados al extremismo. Las «maldades» de la presidenta de la Diputación de León eran consecuencia de su mal carácter o carácter «fuerte», decían algunos; una forma bastante trilera de esconder otras faltas aún peores. Trece sueldos, amaño de oposiciones, viajes con coche oficial fuera de los actos institucionales, amenazas a periodistas del propio régimen que habían denunciado las componendas de la Carrasco  (ELPais, Matías Llorente ha denunciado este miércoles las presiones y coacciones que la presidenta del PP de León realiza de forma permanente) son algunas de esas faltas de la que fue la agria, antipática y nepotista dirigente popular. Lógicamente, esto no significa que alguien deba coger una pistola y enviar al otro barrio a un personaje tan odioso como el que representó la figura política de la Carrasco, quede claro.

Este era el habitual talante de la glorificada y pontificada Isabel Carrasco. Que en paz descanse en los infiernos. Luego hablarán y despotricarán de las «redes sociales» toda esa gentuza que lame el culo al poder y a los terroristas financieros.

Lo significativo de este crimen es que una de las suyas tenía algún tipo de relación con la fallecida, puede que de amistad primero y luego enemistad manifiesta. No sabemos si la presunta cómplice en el crimen fue uno de los múltiples «enchufes» de la Diputación leonesa, esta vez  bajo el mandato de Isabel Carrasco (puesto que la cooperadora en el crimen estuvo en situación de interina, el típico instrumento-coladero de recomendados de la Administración) o bien entró con el anterior mandatario de la Diputación, también del PP. Está claro que Isabel Carrasco dejó por el camino más enemigos (incluido en su propio partido) que amigos.

Ahora los repulsivos tertulianos demonizan las «redes sociales» porque a alguno se le han ido palabras gruesas en el Pc a cuenta de la muerte de Carrasco, clamando persecución policial contra los «tuiteros». ¿Cuántos crímenes se han llevado por delante las políticas del PPSOE, la misma mierda es, tanto en este país como fuera de él? ¿Alguna vez rebuznaron estos sicarios de la desinformación contra todo esto que es infinitamente más grave? ¿Cuántos crímenes obran en poder de los dos partidos oligárquicos del reino político español? El Psoe con el terrorismo de Estado y el PP con las guerras de exterminio patrocinadas por EEUU e Israel, ambos adheridos a la política genocida de esos dos países? Por no hablar de la permanente sangría en favor de los banqueros y las élites empresariales por el PPSOE.

Se entiende el desfile de consternados y conmocionados por Isabel Carrasco, explotando este «shock» hasta la náusea por sus medios de propaganda con ánimo de mediatizar y controlar psicológicamente al rebaño. Pero no es constatable que alguien de esos dos partidos jamás haya condenado los crímenes internacionales de la OTAN, la CIA o el Mossad, las torturas aplicadas por sus policías, los desahucios, los suicidios inducidos a cuenta de éstos últimos…Los débiles del mundo poco importan a esta sarta de nuevos ricos corruptos, a sus lacayos mediáticos. Y resulta que cuando cae violentamente alguno de los suyos se viene el mundo abajo y ricos y pobres (éstos maltratados por sus abyectas y ominosas políticas sociales) deben estar unidos en el dolor. Basura hipócrita.