22-M. La violencia de los herederos de Suárez

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                                 Encapuchados muy organizados cerca de los furgones policiales

En la orgía desenfrenada de despedidas, frases solemnes y laudatorias, ceremonias católicas de Estado con aroma a nostálgico franquismo (del que tanto bebió el ex camisa azul fascista, hoy entronizado «demócrata» de postín, Adolfo Suárez) se entrometió de por medio una mosca cojonera nada agradable para las élites borbónicas: la marcha por la Dignidad del 22-M, que iba exigiendo lo mismo (o parecido) que muchos luchadores demócratas reclamaban a los entonces fascistas de la «transición»: pan, trabajo y libertad, ésta última hoy día en las manos efectivas de los banqueros y la policía, ya que la calle y nuestros dineros, como todo el mundo sabe, son «suyos». Los herederos del pacificador demócrata Adolfo Suárez (el de los más de cien muertos asesinados durante su etapa de «conciliación» con los criminales a los que sirvió) optaron, de nuevo, por los infiltrados policiales y sus siniestras marionetas desinformativas para deformar, manipular, apalear y reventar una manifestación como en los mejores tiempos de la «transición» suarista. También, los represivos, colateralmente, se han dejado ver en la universidad, esta vez en la Complutense, donde han actuado exactamente igual que lo hacían los esbirros «grises» de Franco, para no variar.

La marcha por la Dignidad ha sufrido la acometida de un régimen que está dispuesto a todo con tal de amarrar a un sistema podrido y en descomposición, desde la fétida monarquía hasta el último matón-opinador televisivo que se pasea chulesco por esas infames  tertulias, donde las cadenas monárquicas de diferentes siglas e idéntico ideario se rifan siempre a los mismos tertulianos-babosos ultraderechistas. El 22-m por la Dignidad debía ser reventado como en otras manifestaciones precedentes y, además, debía serlo con especial e inusitada violencia. Una vez más se han puesto en escena, posiblemente, infiltrados-encapuchados de la policía de Cifuentes para organizar altercados y promover la contra-violencia de los asistentes al 22-m. Este juego macabro de los «infiltrados», que es muy habitual entre las policías de Occidente, ha tenido su origen en EEUU e Israel, donde han sido maestros en la implantación de este tipo de terrorismo callejero.

La violencia es una herramienta de lucha política legítima si los violentos de Estado actúan contra el pueblo. Las barricadas y otras formas de resistencia suelen ser una respuesta a la violencia policial o a las injusticias sociales. Pero si hay algo indubitado es que la característica o denominador común de las últimas manifestaciones masivas contra las políticas neoliberales y neodictatoriales del PP ha consistido en ofrecer una cara reivinidicativa de matiz exclusivamente pacífico. Ocurre que para la mafia política que nos gobierna este pacifismo no puede ser tampoco tolerable y hay que dinamitarlo para transmutarlo en violento, utilizando para ello los encapuchados de todos conocidos, quienes han generado-forzado unos incidentes puestos en bandeja para sus siervos mediáticos.

El papel de los medios parapoliciales ABC, La Razón, Libertad Digital, ELPAIS, La Sexta, RTVE, A3, ElMundo, etc,… siento decir que ha sido, nuevamente, una invitación al linchamiento más descarnado. La repugnante uniformidad de estos sicarios del régimen monárquico para falsear, omitir, camuflar, mutilar y criminalizar ha alcanzado cotas del peor y más crudo franquismo. La premeditada desinformación acerca de la violencia policial de Madrid el 22-m pasado es otra muestra de como se pueden amañar imágenes, falsear cifras, engañar vilmente a la opinión pública y mentir  bajo las órdenes de sus amos políticos. Se han publicitado hasta la extenuación, calculadamente, imágenes de policías acorralados siendo atacados por presuntos manifestantes (encapuchados, vaya por dios); policías que han sido presuntamente golpeados vemos como caen abatidos; imágenes de «reventadores», todos con capucha, en la avanzadilla de la violencia contra la policía, sin siquiera cuestionarse desde esas tribunas falsimediáticas si eran o podían tratarse de policías de paisano…o, en fin, unas incrédulas e inventadas afirmaciones de un supuesto miembro del Samur que dijo oír a unos manifestantes «dejarles morir», en referencia a unos supuestos policías heridos. Un «reality» poco creíble, cocinado al gusto de las mentiras oficiales, mientras a la víctima se la ha convertido en verdugo por decreto. Por otra parte, la cobertura en sí de la manifestación del 22-m ha resultado exigua o inexistente y manipulando, desvergonzadamente, la cifra de asistentes. Había que recurrir a la cadena rusa RT, o similares, para encontrar algo de decencia informativa.

A pesar de que un manifestante perdió un testículo por la violencia policial (impacto de una pelota de goma dirigida a hacer el mayor daño posible) testimoniando que «un grupo de policías infiltrados fueron los que los provocaron para disolver tal cantidad de manifestantes», apenas encontró eco en los medios al servicio de la represión. A pesar de que existen testimonios de personas que afirmaban que los encapuchados les incitaban a destrozar las lunas de los bancos..A pesar de que los antidisturbios montaban un numerito «deteniendo» a los encapuchados como en el 22 de septiembre del año pasado, donde se demostró fehacientemente que alguno de ellos era de los suyos. A pesar del burdo montaje policial sobre una supuesta muleta-espada utilizada por los «violentos»….A pesar de que la Guardia civil registraba como si de un control «antiterrorista» se tratase autobuses de los participantes del 22-m. A pesar de que la policía de Cifuentes disolvió a porrazo limpio la manifestación antes de finalizar según lo acordado …desde los medios de extorsión y propaganda la única mención ha sido la consigna pre-establecida  de «violentos manfestantes».

La realidad de lo que nos cuenta toda esta ponzoña mediática es bien distinta. Había que programar, desde las cloacas del Estado, una manifestación lo más violenta posible para seguir amedrentando y coaccionando a los disidentes de la partitocracia borbónica. Mientras los lobotomizados borregomatrix despedían al líder de una «transición» ejecutada sobre sangre obrera/estudiantil y los enajenados por unos cuantos tuercebotas multimillonarios aplaudían en el circo romano del negocio sucio del fútbol, otros eran apaleados y perdían incluso sus partes en la brutal refriega policial. La batalla del Estado español contra el 22-m (y otras reivindicaciones anteriores y las que vendrán) no es más que otra estrategia de sabotaje y tensión que guarda similitudes con la de Gladio terrorista de la CIA, Cesid, OTAN, MI5 de los años ochenta, sólo que ahora usando el terrorismo de baja intensidad como arma coactiva para neutralizar y apartar a la gente de las protestas contra los mercaderes del gangsterismo político-financiero.

  1. Sekhmet

    La prensa extranjera fue menos sucia que la española para variar:

    http://www.lemonde.fr/europeennes-2014/article/2014/03/22/des-milliers-de-manifestants-a-madrid-pour-denoncer-l-urgence-sociale_4387810_4350146.html
    http://www.liberation.fr/monde/2014/03/22/les-espagnols-marchent-contre-l-austerite_989208
    http://www.theguardian.com/world/2014/mar/22/spain-austerity-march-riot-police-clash
    http://www.dw.de/clashes-as-spanish-anti-austerity-rally-draws-to-close/a-17514914
    http://www.foxnews.com/world/2014/03/23/large-protest-in-spain-to-protest-government-austerity-measures-spending-cuts/?asid=981614a5

    Saludos.

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    • uraniaenberlin

      Me salió tu comentario en la cola de moderación, supongo que por los enlaces que has posteado. Hombre…Le Monde, Fox, The Guardian…dando lecciones de cierta objetividad a otros falsimedios…en este caso españoles. Pero es que aquí algunos no han dejado a Franco salir del bolsillo.

      Por cierto, gracias por la info y me quedo con esta foto de Le Monde…

      Solamente quiero hacer un comentario de lejana instrascendencia sobre esta imagen…De los tipos que están golpeando el furgón policial de los munipas…sobre todo el que aparece en primer plano…la verdad es que éste no lleva una estética muy anti-sistema que digamos..si hasta parece del Sindicato de Estudiantes…Ya sé…es demasiado trivial e irónico este comentario..Y además, hay otro tipo con la cara descubierta, al fondo,supongo que «calentado» por los encapuchados,, ya que no puede tratarse de un infiltrado policial…sin llevar pasamontañas.

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      • Sekhmet

        See la verdad es que atufan que no veas a infiltrados o a idiotas a sueldo que para el caso da igua, pero bueno, tenía que haber algún teatrillo montado si no la cosa no tendría gracia, tanta paz y tolerancia…

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