EEUU es un país que posee un caudal inagotable para todo tipo de conspiraciones, (desde las clásicas de la ufología a las más serias de corte político). El imperio de las barras y estrellas no ha dejado de proporcionar suculenta literatura de corte “conspirativo”, sobre todo en el último siglo. Pero en el denostado término “conspiración” hay base teórica y práctica para denunciar muchos de esos complots y maquinaciones del gobierno estadounidense y sus agencias de seguridad, al margen de sus ocasionales soplones. Uno de los problemas a la hora de abordar una conspiración de colores y matices políticos es que hay que separar el grano de la paja mental postmoderna. Con esto último me refiero a que resulta fácil para muchos traficantes de las pseudociencias y sectas “new-age” colarse en la actualidad política y propagar de forma interesada desinformación junto a los habituales ovnis, abduciones galácticas, gobiernos alienígenas iluminatis, intraterrenos en el cráter del Teide, conspiraciones “gays” judeo-masónicas, flotas estelares jurásicas e infinidad de gili-chorradas que nada tienen que ver con la realidad, seria, sociopolítica. Se han entrometido por la puerta de atrás, sin pedir permiso, pero la verdad, o lo que más se aproxime a ella, sólo presenta una cara y no precisamente desde presupuestos extravagantes.

El control de los ciudadanos, a nivel nacional y global, es algo que a los mandarines políticos del país (todavía) más poderoso del mundo  les ha venido preocupando desde la ejecución del 11-s. La gran mentira de aquel (auto) atentado terrorista orquestado por el FBI, la CIA, la NSA y el equipo de gángsters de Bush fue iniciar la “guerra preventiva contra el terror” donde había que inocular al ciudadano un miedo colectivo cuyo referente era un enemigo difuso al que había que demonizar interesadamente. La excusa, desde entonces, fue introducir más represión en forma de medidas legislativas con las que cercar las libertades y conseguir que la ciudadanía entrase de lleno en una especie de programado “shock” para crear un clima favorable al control policial y a las guerras preventivas. Desde que se impuso la Patriot Act, en EEUU, la vigilancia y el control sobre los ciudadanos estadounidenses, y del resto del mundo, se ha ido incrementado, desde entonces, de manera escandalosa, bajo la coartada de una falacia inventada “adhoc”: el terrorismo islámico.

CONSIDERACIÓN PREVIA: LOS MONTAJES POLÍTICO-POLICIALES EN TORNO A “ALQAEDA”

Una de las caras más siniestras de toda esta bien articulada estrategia de dictadura de la seguridad han sido las redadas policiales que se han producido, tanto en EEUU como en Europa, contra supuestas células terroristas islámicas que, en muchos casos (por no decir todos), han resultado ser verdaderas operaciones de propaganda plagadas de imputaciones falsas, manipulación de pruebas y criminalización diseñada previamente bajo ese comodín que suelen utilizar de vez en cuando llamado “falsa bandera”, con la complicidad de Falsimierda, por supuesto.. En España, hemos tenido algunos ejemplos bastante grotescos y bochornosos, desde el célebre comando-detergente “Dixan” a algunos ejecutados por el infecto Baltasar Garzón, esa ex prima donna de la justicia española, tan avalista de la tortura y prevaricador como hábil encantador de serpientes (el tonto de Farsange no se ha enterado todavía). Ahora Garzonete anda por ahí de víctima como damnificado del franquismo, qué cosas. El magistrado Joaquín Navarro Estevan ya retrató en su día a este Caudillo de la “justicia” universal: “Garzón es un juez que se inventa sumarios”.  El único delito de los detenidos, acusados de “terrorismo islámico”, por Garzón (y otros jueces del Tribunal de Orden Público Político español) fue el de poseer…ordenadores, dinero (poco), documentación irrelevante y móviles. Han leído bien, ni una sóla arma o plano donde figurasen sus objetivos. Todo estaba basado en creencias, demonizaciones (por su origen musulmán) y suposiciones (falsas), en base a burdos montajes policiales, probablemente siguiendo las consignas del Departamento de Estado de EEUU. Hasta un “islamista”, según Garzón, era correo de Bin Laden en las montañas de Afganistán. Verdaderamente deleznable. 

Una de las vergüenzas de Alfredo Pérez RuGALcaba, siendo ministro del Interior con el Zapatero, fue una publicitada, con gran aparato mediático, fraudulenta operación policial contra miembros de “AlQaeda” en Bilbao (en total 13 detenidos) donde 12 fueron puestos en libertad al día siguiente. Un único “yihadista” fue imputado, supongo que para no quedar en el ridículo más espantoso (fíjense la cruel ironía de imputar a un inocente). Ayer, de nuevo, la escenificación de otro circo “yihadista” en este país con la detención de nuevas “células terroristas” (qué capacidad más asombrosa tienen para mutar; el Bin Laden debía de ser un experto en manipulación genética), esta vez con destino, ahí es nada, a Siria..Pero, un momento, ¿esos rebeldes “reclutados” que han “pescado” en Ceuta…no son nuestros queridos camaradas a los que Margallo va a enviar armas?. En fin, Koldo Campos Sagaseta describe muy bien la farsa de AlQaeda en España en este buen artículo de 2009: La Patraña de AlQaeda.

LA GESTAPO-NSA DE NUEVO EN ACCIÓN

Volviendo al último teatro de operaciones a gran escala de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA), este organismo totalitario ha ideado una herramienta de control masivo de “ideas, pensamientos y acciones” de todos y cada uno de los ciudadanos del planeta. El PRISM fue la puesta en escena previa que dejó al descubierto su ex espía Snowden y ahora parece que suena a ciencia-ficción lo que sigue, pero ya es algo posible y materializable. En Bluffdale, Salt Lake City (Utah), la NSA está construyendo el mayor centro de ciberseguridad del mundo, el cual estará finalizado, según nos dicen, en septiembre de este año. Bautizado eufemísticamente como Centro de Datos de Utah (Utah Data Center), esta ciudad del espionaje global alcanzará un costo total final de (con estimaciones probables a la baja) 2 mil millones de dólares. La magnitud del proyecto es tal que incluso la capacidad de almacenaje de datos en ese centro ultrasecreto se va a cuantificar en la escalofriante denominación de “yottabytes” (10²⁴ bytes), el último límite conocido para medir la capacidad de información de una computadora. La finalidad del CDU no va a ser otra que interceptar y descifrar, en la práctica ilegalmente, toda clase de comunicaciones que circulen por el Mundo, ya sea a través de satélites o de redes de transmisiones nacionales y extranjeras.

En definitiva, toda forma de intercambio de información que incluya correos electrónicos privados, llamadas y mensajes de texto a través de teléfonos móviles y en redes sociales, búsquedas por Google, compras por Internet, operaciones financieras, transacciones comerciales, correos diplomáticos y secretos militares (de otros países, claro)…podrán ser monitoreados y capturados desde el fortín de la NSA en Utah, datos que pasarán a ser propiedad del gobierno de EEUU, quien podrá hacer uso de ellos como mejor le venga en gana. Lógicamente, será necesaria la estrecha colaboración, en este acto de piratería internacional, de las compañías operadoras que suministran los servicios correspondientes (Yahoo, Microsoft, Verizon -telefonía de USA-, Google, ,Facebook, etc..que ya estaban en la nómina de la NSA en el proyecto PRISM). El descifrado de la información más sensible será una de las tareas principales del CDU. La finalidad de esta operación de control global, dicen con solemne desfachatez los perpetradores de este colosal “gran hermano” planetario, será prevenir, combatir y anular supuestas acciones terroristas que lesionen los intereses del imperio, ya sean obra de hackers, yihadistas islámicos o de gobiernos enemigos. Los pobres ciudadanos de a pie, parece ser, no seremos víctimas de los juegos de guerra cibernéticos de la Gestapo-NSA…Pero nadie, con toda lógica, se cree semejante patraña ya que la NSA puede actuar, incluso, al margen de las propias leyes constitucionales norteamericanas (las llamadas “enmierdas”, perdón Enmiendas), al igual que la CIA.

Pero lo cierto es que gastarse solamente diez millones de dólares en seguridad para el mamotreto, con la más avanzada tecnología del momento, blindando el búnker de Bluffdale con cámaras de videovigilancia de última generación, con sistemas de identificación biométrica para acceder a sus instalaciones, con mecanismos anti ataques “terroristas” de extraordinaria sofisticación (seguro que montan un pufo de falsa bandera de aquí a unos años), el hecho de consumir nada menos que 65 MW de energía, suministrar seis millones de litros de agua al día para enfríar sus cacharros, edificar ocho mil metros cuadrados para alojar enrutadores y servidores de almacenaje infinito de datos…en aras de prevenir y combatir a unos hackers de pacotilla o a unos terroristas con turbante…no parece sino un patético bulo a los que nos tienen acostumbrados desde USA. 

Y, en fin, para coronar el festín de este Gran Hermano Americano se está ejecutando el proyecto (si es que no está ya pre-operativo) de un supercomputador que dicen podría realizar nada menos que mil billones de operaciones por segundo, como apoyo al CDU. Este Godzilla cibernético accedería a través de una web “invisible” (llamada Deepnet), para pillar a todo desgraciado que tenga en su poder documentos secretos oficiales, clasificados o confidenciales. Lógico, sentenciarán algunos, los ciberpolis del CDU no se van a dedicar a mirar el correo de un tolili que anda escribiendo poemas de amor en árabe. Pues parece ser que no, puesto que la revista norteamericana Wired (la que más exhaustivamente ha informado y se ha documentado sobre este centro de control fascista global) ha dicho que los de la NSA pescarán también todo tipo de “palabras  pensamientos y susurros» (sic). Vamos, que como se te ocurra decir “USA, fuck you”, vas a ir listo, sobre todo si vives en Yankilandia, donde el seguimiento de personas (que ya de por sí es exhaustivo y totalitario) será mucho más sencillo con esta red de espionaje. Ríanse de las de campañas “agitprop” anticomunistas y brunetes mediáticas de antaño, donde los heraldos de la guerra fría nos aburrían machaconamente con el carácter de asfixiantes Estados policiales de los países del Este socialista de Europa, sin poseer más pruebas que las del anticomunismo militante.

Un ciudadano norteamericano, bastante cabreado, escribía en una página web (lo siento pero no capturé el enlace), en relación con este megaproyecto de ataque global contra la privacidad: El personal que integra la NSA debería ser arrestado y procesado por abuso de poder, malversación de fondos y una serie de crímenes atroces contra las libertades civiles en contra de los ciudadanos de los Estados Unidos. En lo concerniente a la política nacional, la NSA no es más que otra emergente Gestapo que está decidida a usurpar la privacidad y la libertad de los ciudadanos. Hitler se sentiría orgulloso.

Y es que según un funcionario de la NSA, en declaraciones realizadas al experto James Bamford, que fue el que sacó a la luz estos nuevos trapos sucios del imperio: ”todo el mundo será un potencial objetivo”. Prepárate, pues, porque vas a estar identificado, controlado y casi secuestrado por tierra, mar y aire. El fin de la privacidad global termina, si no lo había hecho ya, en septiembre de 2013.