Círculo peligroso, un "clásico" para bostezar a pierna suelta
He visto algunas películas de cine clásico durante las pasadas -y repelentes- fiestas navideñas (aunque recogí la felicitación de plared sin hacerle ascos, conste; ya lo sabes..todavía me queda algo -poco- de eso que en la decadente Francia llaman “savoir faire”). Bien, algunas resultaron realmente buenas: cito la enérgica y tensa La Casa 322 (Kim Novak casi bordándolo), las vibrantes y oscuras (nunca mejor dicho) Envuelto en la Sombra y Ciudad en Sombras (no me va a gustar Charlton Heston mucho más que aquí) o ese duelo espectacular entre Humphrey Bogart y la gloriosa Gloria Grahame en la firmemente sólida En Un Lugar Solitario. No fallaron tampoco El Sospechoso (con el catedrático Charles Laughton asombrando de nuevo junto a Ella Raines) y la solvente Ilegal (con otro maestro superlativo al aparato: Edward G. Robinson). Pero hubo ilustres medianías: La Escalera de Caracol (no me entró en ningún momento esta peli de Siodmak, que le vamos a hacer) o cosas insípidas, deslucidas y eternamente aburridas como Delito de Pasión (la Stanwyck y poco más) y algún inesperado fiasco monumental como, en mi opinión, la sorprendentemente mala Círculo Peligroso de Tourneur.
Tenía al director Jacques tourneur por uno de los santificados directores cinematográficos de todos los tiempos, gracias a obras cinematográficas como la entretenida aventura El Halcón y la Flecha y cintas sabiamente construidas como Retorno al Pasado o Berlín Express. Después de leer alguna que otra crítica glorificando este Círculo Peligroso (1951) la cosa prometía ir por los buenos derroteros. Pero las bendiciones otorgadas a este film no sólo me parecen exageradas sino fuera de lugar y contexto. Lamentablemente, para el que suscribe, este es, con todas las palabras, un bodrio del sobrevalorado director franco-americano. Sinceramente, hacía mucho tiempo no veía un clásico “noir” tan mal hecho, tan pésimamente rematado en su acabado, argumentalmente tan fofo de principio a fin en sus pocos (afortunadamente) setenta y un minutos de duración. Si de lo que se trataba Tourneur era el conseguir un film oscuro y denso, el resultado final es totalmente decepcionante (salvo en la grumosa densidad argumental que se advierte) no logrando en ningún momento coger el pulso a alguno de los elementos que caracterizan a este tipo de cine. La intriga está a años luz de ser desasosegante, la narración no es ágil ni brillante, los claroscuros en los personajes están completamente diluidos y desdibujados, ni siquiera aparece, ni por asomo, el perfil de unos villanos (reales o, en este caso, imaginados) que resulten siempre amenazantes, la fantasía sensual en la mujer protagonista, brilla por su ausencia y es más propia de un aguado folletín latino que otra cosa… La discontinuidad o mejor dicho, la linealidad y monotonía están a la orden del día (y de la noche) en todo el metraje.
El caso es que leí con cierta incredulidad críticas que ensalzaban esta castaña pilonga como una película de una “conseguida atmósfera opresiva”, “un soberbio sentido del montaje”, una “fascinante dirección de actores”….Pues bien, a mí me ha parecido todo lo contrario: lo que consiguió Tourneur fue crear una atmósfera lánguida y pedestre, así como una dirección errática y gris del plantel de actores, por no hablar de un montaje de una vulgaridad asombrosa, todo ello bajo el paraguas de un guión sosazo y plomizo a más no poder. Nuevamente, ni palpas que haya personaje inquietante alguno en todo el film, ni tampoco vislumbras situaciones que den pie a ello, mientras que el presumible trasfondo dramático nunca toma carta de naturaleza. Más bien la construcción del relato va por derroteros que van de lo soporífero a lo prescindible hasta llegar a una resolución final verdaderamente chapucera, artificiosa y que te deja cuanto menos pensativo. ¿Pero que demonios de final es ese con dos tíos llevando una escopeta bajo el brazo para un acabado que roza lo surrealista? ¿Todo ello para decirnos que el hermano de Ray Milland era un “capullo” y se lo merecía? ¿Y sin una sóla escena en todo el film digna de “apretarte los dientes” o sentir un mínimo de intranquilidad, dejarte sin aliento o sentir avidez por seguir con tensión el desarrollo de la presumible trama? Así que, lo reconozco, me dormí a placer en algunos pasajes, formalmente previsibles, de esta baratija de Tourneur. La ambientación con el paísaje bucólico escocés de fondo realza si cabe más todavía la fragilidad narrativa del film, no destacando , por otra parte, absolutamente nada en cuanto a los elementos técnicos se refiere (iluminación…montaje).
Un sólo actor, Ray Milland, verdaderamente de fuste para esta película. Pero Milland más que actuar deambula sin mucho entusiasmo durante todo el metraje, esa es la verdad. El resto de actores son puro relleno, pero de gomaespuma. La actriz Patricia Roc hace su papel sin demasiados aspavientos y sale airosa como puede. Es quizás, la mejor aportación a esta película, mientras que Hugh Sinclair, el teórico “malo”,..no se lo cree ni él ni sus allegados, aburridísimo hasta para matarlo con agua hirviendo. Un tal Marius Goring recibe el encargo de meterse en un ridículo coreógrafo de perra gorda, encorsetado de tipo interesante, pero lo único que pasa por tu cabeza es que ese tipo pierde aceite a marchas forzadas, además de darte algo de grima…siendo, curiosamente, la pieza clave para resolver este simulacro de intriga. A mí me pareció un verdadero despropósito.
Resumen final: Círculo Peligroso es una película tediosa hasta límites insoportables, mal realizada…un ejercicio de anti-cine (al menos “noir”) y carente de cualquier atractivo cinematográfico, actores incluidos. Olvidable y a la papelera de reciclaje con el sello de urgencia.
La pones tan mal, que realmente dan ganas de verla. La verdad es que tengo un vago recuerdo de ella, sinceramente no se ni tan siquiera si me gusto. Pero si estoy seguro de que la he visto.
En cuanto a las que has visto estas navidades. Pues todos clásicos, también hay algo, aunque digamos que distinto en lo mas moderno. Digamos que de los sesenta en adelante ya en ti…Se consideraría actual.
Por cierto el halcón y la flecha. Es cine de aventuras de libro. Quizás sin el brillo de otras mas sesudas y virtuosas. Pero en su sencillez, perfecta muestra de cine de entretenimiento. Particularmente me parece una de las mejores aventuras jamas rodadas…..Cuidate
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Creo que tendré que redefinir el concepto de cine “clásico”, porque los sesenta ya me están empezando a quedar muy lejos. Cine de aventuras…el de antes, con extras puros y duros (no fabricados con un programa informático). La que citas El Halcón…no está nada mal, aunque como dices le falta el ingenio y la chispa de otras (como el Robin Hood de Errol Flynn, por ejemplo)
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