Una entrada atípica y dos personajes
Esperanza Aguirre encuentra trabajo…..
Santiago Carrillo encuentra la paz...
Cuando alguien de cierta relevancia política se muere y le llueven los elogios de todo el espectro político de la partitocracia corrupta borbónica, pienso que es un muy mal asunto, sintomático de un consenso arreglado sobre una persona que ha prestado excelentes servicios al parasitismo monárquico, a la gran estafa de la «transición» española y, por ende, al gran capital de una democracia fraudulenta que está desvalijando, un día sí y otro también los bolsillos de los ciudadanos. Consenso, esa etiqueta nauseabunda cuyo común denominador, como diría Gonzalo Puente Ojea, son sus «anestésicas virtualidades».
Como sucedió con el superfranquista Fraga, a Carrillo, fallecido hoy mismo a los 97 años, le han llevado al olimpo de una falsa democracia que sólo se representa a sí misma. Sí sería más lógico que el personaje en cuestión saliese por la puerta de atrás del salvífico Estado social y de derecho que nos pregonan día a día y entrase directamente en la nepotista democracia de los banqueros y desechos sociales que él contribuyó a consolidar junto a los pasteleros de la contra-oposición (encabezados por Isidoro-Felipe González-MrXGAL, el protegido de la policía política de Franco) y los palanganeros del franquismo, allá a mediados de los años setenta, cuando un puñado de antifranquistas se partían la cara (de verdad, no paseándose con peluca como el finado Carrillo) y hasta se dejaban la vida bajo las balas policiales en las calles españolas. Peleando por una verdadera democracia. No voy a extenderme sobre la figura del ex líder del PCE sino brevemente, y de urgencia, señalando solamente algunos apuntes sobre el papel nefasto jugado por Carrillo en la “transición” quien, después de décadas de represión y clandestinidad contra la izquierda, traicionó a ésta para volcarse en pos de un sistema reformulado en una oligarquía de partidos que bebían de las fuentes, en mayor o menor medida, del franquismo. En definitiva, Carrillo:
· Fue un maniobrero y disgregador para, en unión del PSOE y las fuerzas franquistas, evitar toda ruptura con la dictadura.
· Asumió la bandera española rojigualda y a una institución monárquica que era heredera directa del dictador Franco.
· Renunció a todos los principios comunistas de su partido y a la posibilidad de restaurar la III República, con tal de entrar en el mercadeo político de la transición y buscar acomodo entre la clase política socialdemócrata y franquista dominante.
· Se prestó a un gran fraude político urdido contra el pueblo español, materializado en una Constitución hecha entre bastidores, sin luz ni taquígrafos, y con los militares siempre vigilantes para garantizar el trono al heredero de Franco (o sea a Juancar I el Borrachuzo cazador de paquidermos), salvaguardado debidamente por los tanques.
· Fue responsable de las expulsiones masivas y depuraciones internas en el PCE para limpiarlo de “marxistas” al más puro estilo fascista, debilitando al partido y prácticamente destruyéndolo. Sin duda, el PSOE de González fue uno de los principales instigadores para llevar a cabo una operación de sabotaje que expulsase de la vida pública española a los comunistas.
· Colaboró, en definitiva, en la amalgama socialista-neofranquista para borrar cualquier vestigio de memoria histórica sobre los crímenes del franquismo y consolidar una democracia de fachada, manteniendo de este modo intacta la represión franquista y los privilegios de la iglesia del nacionalcatolicismo.
Fantastico repaso sobre Carrillo, yo tampoco entiendo las alabanzas por los asistentes al funeral de este hombre. Y la imagen de Espe..jajajaja estupenda
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Muchas gracias y….por cierto, según mentideros mediáticos de la Red (El aguijón digital; que no debe ser un medio muy de izquierdas, precisamente) existe una alta probabilidad de que la Espe-culadora de Madrid dimitiese por un broncazo (con golpes en la mesa y todo) con Rajoy a cuenta de Eurovegas. Ya se sabe que la condesa madrileña actuaba últimamente muy a su bola y no sintonizaba ya con su partido, con sus continuas declaraciones altisonantes (el caso Bolinaga, el del PP que pillaron borracho en Cuba, Eurovegas…). Total, que lo de anteayer (la comparecencia de Aguirre para contarnos lo malita que estaba y que se iba al retiro espiritual de Turespaña) fue una ESCENITA de la peor calaña en la que ocultó las verdaderas razones de su dimisión, que no podían ser otras que su radical incompatibilidad con Génova 13.
De Carrillo…el estragamiento previsible cuando alguien se ha portado de maravilla con el Estado borbónico.
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Por fin he despertado de mi pesadilla. Llevaba desde ayer por la tarde soñando que todo un pueblo, el español, con toda su progresía a la cabeza, había perdido la memoria.
Afortunadamente, la lectura que acabo de hacer me ha devuelto la paz, poniéndo a Carrillo en su sitio.
Estupendo recordatorio.
Un saludo.
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Después de leer en medios de la «progresía»: «Personalidades de todas las tendencias rinden homenaje a la figura del líder comunista», sobran los comentarios. Viendo el desfile ante el féretro del matador de elefantes (ya entendí de una vez aquella famosa operación del 23-f llamada el «elefante blanco») hay que rendirse a la evidencia. Tal ejercicio de cortesanía política y deferencia monárquica demuestra el carácter funesto y deleznable de Carrillo como propagador de un cáncer que logró desmembrar a la izquierda de este país logrando que quedara completamente fuera del juego político.
saludos
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Yo sé poco de los antecedentes de Carrillo, al parecer muchos y graves, aunque me sonaba el río, sé algo más de las mamarrachadas de la piratesa Aguirre, la cólera de Dios, con todo, hay algo que me molesta especialmente y es que ayer hubo quienes lloraban amargamente la dimisión de Aguirre y no toleraban ni la más leve crítica a la ex-líder-esa http://lowon.blogspot.com.es/2012/09/la-verdadera-causa-de-la-dimision-de.html y hoy se han reído lo suyo con la muerte de Carrillo haciéndo pira del árbol caído.
No sé de qué inmunda mina sale esa fuente inagotable de rencor, algo está claro, Franco no ganó la guerra, todavía estamos en ella, el bando supuestamente ganador no ha sabido gestionar la victoria, al enemigo se le quitó la vida, la dignidad, a sus muertos, sus símbolos, se le echó de su país y todavía quieren más sangre.
Puede que estemos viviendo en una película de Tarantino y no nos demos cuenta, a saber…
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Arrastramos los lodos de la «transición» y la cultura política de este país sigue anclada en ellos y la ideología de la corrupción. Entre el montaje cinematográfico de la Aguirre y las loas y oropeles a Carrillo nos espera el garrotazo de la Fuhrer Merkel a la vuelta de la esquina, que es peor que una película de Tarantino (dicho sea de paso, un señor que no me gusta nada)
Salu2
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